Acabamos de terminar la tercera fila de metales, en la que hemos visto últimamente elementos muy conocidos como el platino, el oro o el mercurio. Ahora nos metemos en otro grupo, el de los metales de tipo p o de postransición, de los que ya hemos visto el aluminio, el galio, el indio y el estaño. Vamos a estudiar el talio, un metal muy poco conocido y muy poco abundante. Y mejor, la verdad, porque probablemente sea el más peligroso elemento de la Tabla Periódica. Además, es que está rodeado de otros temibles venenos: mercurio, plomo, polonio… Luego lo veremos.
El talio es el único elemento que tiene 81 protones en su núcleo. El número de neutrones ya es otra cosa. Los neutrones están ahí para dar estabilidad al núcleo, ya sabes. Por eso los elementos con mayor número de protones necesitan proporcionalmente más neutrones y así, en el caso que nos ocupa, el talio tiene, en algo más del 70% de los casos, 124 neutrones (Tl205). Prácticamente el resto de los átomos tienen 122 neutrones. Y digo prácticamente porque se pueden encontrar trazas de talio radiactivo de 123 neutrones en cualquier muestra. Dicho isótopo radiactivo tiene una vida media de 3´8 años (En ese tiempo, el número de átomos radiactivos de talio se habrá reducido a la mitad, pasando a ser plomo o mercurio).
El caso es que, como digo, el talio es muy peligroso. Quizás sea el más letal de todos los elementos. Para empezar, una pequeña muestra de talio (un solo gramo y en dos semanas estás muerto) diluida en agua es incolora, no huele, no sabe a nada… y encima no notarás sus efectos hasta pasadas varias semanas. Es un veneno perfecto. Si eres un asqueroso asesino, claro. Pero esto no se conocía hasta relativamente poco. El talio es escaso y no se encuentra libre en la naturaleza, con lo que, sin una buena preparación en química, es imposible identificarlo y separarlo. Así que tuvimos que esperar a que Robert Bunsen y Gustav Kirchoff inventaran la espectroscopia (Hablé de ello en las entradas del helio, cesio, rubidio, indio, galio, escandio o el germanio). Con ese invento, se empezaron a buscar nuevos elementos como si no hubiera un mañana. En el caso del talio, fueron un inglés y un francés en el año 1961 los que lo descubrieron independientemente. Eran William Crookes y Claude-Auguste Lamy, y ambos observaron unas líneas verdes en el espectro de unas muestras de selenio, con lo que tenía que ser un nuevo elemento al que llamaron Talio (los ingleses dicen que fue Crookes el que le dio nombre, pero claro, qué van a decir ellos), en referencia a la palabra griega “Thallus”, brote o rama verde. Todavía no sabían lo que ese “brote verde” era capaz de hacer.
Talio puro. En un frasco porque si no se oxida muy rápido. |
El talio es un metal blando y dúctil, bastante parecido al plomo. Poco se puede hacer con un metal tan blando y escaso… salvo que sea super-venenoso, claro. Así, se ha utilizado mucho para matar ratas o cucarachas (Se utiliza, en realidad, Sulfato de talio, (Tl2SO4)). Pero era demasiado venenoso, con lo que ha sido prohibido en muchos países (En 1975 se prohibió en USA y muchos países fueron después). Como veneno, también puede matar ciertos parásitos de nuestro cuerpo, con lo que se utilizó en su día para tratar la tiña, un contagioso problema de la piel causado por hongos.
¿Y por qué es tan peligroso? Porque el talio puede “disfrazarse” de otros elementos. Puede entrar en nuestro cuerpo en forma de ión Tl+ o Tl3+, igualito a lo que hace el potasio, que también reacciona en forma de ión K+. El caso es que se cuela en el cuerpo disfrazado y, una vez dentro, empieza a romper proteínas. El talio es un elemento estable, que no reacciona con casi nada, así que, en caso de ingerirlo, para empeorar las cosas, estará mucho tiempo en nuestro cuerpo. Recuerda que lo mismo le pasaba al mercurio… y, de hecho, lo mismo con los siguientes elementos: El plomo y el polonio. ¡Vaya zona de la Tabla!
Mucha gente ha sufrido las consecuencias: Las más de setenta víctimas (incluidos familiares) de un asesino en serie inglés de los años 60 (no quiero ni mencionar su nombre). Otro ejemplo lo encontramos en Granada en 1930, cuando 14 niños de un orfanato murieron por suministrarles, por error, más medicamento para la tiña del necesario. Además, desde diferentes gobiernos también se ha utilizado. Los americanos planearon asesinar con Talio a Fidel Castro (Aunque nunca llevaron el plan a cabo), y los rusos… bueno, todo el mundo sabe que eso de envenenar a según qué gente se les da bien. Y el talio es un buen recurso para ello. Saddam Hussein también utilizó talio para eliminar a sus adversarios políticos… en fin.
Pero el talio tiene más usos, aparte de matar. En los años 30, por ejemplo, se utilizó como crema (Crema Koremlou o crema Celio) para eliminar pelos (Es uno de los síntomas, de hecho, del envenenamiento por talio). No suena a algo muy recomendable, ¿verdad?
Y digamos algo bueno: El talio también ha salvado vidas. Y eso es porque se utiliza en medicina para detectar tumores óseos. Por otro lado, el isótopo radiactivo Tl201 se une al tejido no dañado por falta de oxígeno (isquemia) del corazón, lo que posibilita, haciendo una gammagrafía, detectar el tejido que sí ha sido dañado.
Se utiliza también en detectores electrónicos de luz infrarroja (células fotoeléctricas) (Se utiliza sulfito de talio, que tiene la propiedad de cambiar su conductividad ante luz infrarroja) y también para fabricar termómetros de baja temperatura (aleado con mercurio).
Por otro lado, se utiliza en óptica para aplicaciones de infrarrojos (filtros, espectroscopia de infrarrojos). Dichos cristales son llamados KRS-5 y hay que manejarlos con mucho cuidado debido a su toxicidad. Están compuestos además por iodo y bromo.
Cristales con cadmio. |
Se utiliza talio hasta para colorear ciertas gemas artificiales.
Y lo mejor: El envenenamiento por talio tiene antídoto: Azul de Prusia. Un tinte azul oscuro, de estructura cristalina, pero con abundante hierro, que atrapa ciertos metales pesados que después serán eliminados fácilmente por el organismo.
El talio se encuentra en muchas minas de cinc, cobre, hierro o plomo. Existen minerales que contienen talio, pero éstos son muy raros: Crookesita, hutchinsonita, lorandita. Por último, señalar que los mayores productores son Estados Unidos, Rusia, Bélgica o Alemania. Destacar que en el año 2005 se encontró una importantísima mina de talio en Xiangquan (Al este de China, la primera de solo talio descubierta del mundo con una estimación alrededor de unas 250 toneladas de este metal). La segunda mina similar fue encontrada un año después, en la Península de Kola (en Rusia). Así que sí, tenemos talio para rato.
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