82. Plomo

Seguimos con los metales de postransición (Entre los que se incluyen los vistos hasta ahora: Aluminio, galio, indio, estaño y talio) y lo hacemos con el plomo, uno de los pocos elementos de la Tabla Periódica conocidos desde la antigüedad y, por lo tanto, uno de esos elementos del que casi todo el mundo podría decir algo. Vamos a ver si al terminar esta entrada sabemos algo más. 

Para empezar, el plomo tiene 82 protones. (Con él, llevaremos 82 elementos, que se dice pronto). Aproximadamente la mitad (52´4%) de los átomos de plomo tienen 126 neutrones (Pb208). Del resto, más o menos la mitad tienen 124 y la otra mitad 125 neutrones. Solo hay unos pocos átomos de plomo que son radiactivos (sin contar los sintéticos, de laboratorio) y tienen 122 y 128 neutrones. Podemos decir, por lo tanto, que el plomo es estable. De hecho, es el penúltimo de los elementos estables. Están el plomo y el bismuto y después de ellos, todos los elementos son radiactivos (Bueno, y lo del bismuto con comillas, ya lo veremos). Los elementos radiactivos mayores que el plomo se desintegran transformándose en elementos más pequeños y acaban, al final del proceso, siendo plomo, que es estable. Y de ahí no pasa. Luego veremos para qué se ha utilizado esto y en posteriores entradas, cuando hablemos del uranio, el plutonio y todos esos interesantes elementos, ya veremos las cadenas de desintegración mencionadas. Paciencia please.

El número de protones, neutrones, isótopos, etc. del plomo se conoce desde hace poco… pero, como digo, el plomo hace muchos años que forma parte de nuestras vidas. Los más antiguos indicios de utilización de plomo están en Asia Menor, donde se han encontrado unas cuentas de plomo datadas entre el 7000 y el 6500 a.C. Se desconoce su aplicación, si es que la tenían… pero ahí está. En el año 3000 a.C. en esa zona prácticamente tenían el monopolio de la producción de plata y plomo en el mundo. Ambos metales, por cierto, a veces van juntos (Ya sabes: “Plata o plomo”). Se extraen de un mineral llamado galena argentífera. Obtenían la plata después de un proceso de calentamiento y copelación (Así se le llama al proceso de obtención de la plata a partir de las menas de plomo, y es, dicho mal y pronto, un tratamiento a temperaturas altas donde los metales nobles no reaccionan, con lo que acaban separándose del resto).   


Galena - Huallanca, Bologesi, Ancash, Peru.jpg
Bonito ejemplar de galena (con pirita) procedente de Perú.

El caso es que el plomo tiene un bajo punto de fusión (327´4ºC), y además es blando y flexible, con lo que es mucho más fácil trabajarlo que cualquier otro metal. Los egipcios, los chinos o los indios lo utilizaron (aprendieron a fundirlo y trabajarlo), pero la gran época del plomo llegó primero con los griegos (que lo llamaban molibdos) (Ya lo comenté en la entrada del molibdeno), y sobre todo con los romanos (que lo llamaron plumbum). Para los segundos, el plomo era casi lo que el plástico es ahora para nosotros. Hacían muchas cosas con plomo. Hicieron tuberías, vajillas, varitas para escribir, monedas, cazuelas e incluso lo utilizaron como cosmético.  


Archivo:Museo Foro Caesaragusta - Tuberias romanas de plomo 09.JPG
Tuberías de plomo de Caesaragusta. 

Ya sé que lo del cosmético ha sonado raro. Bueno, en realizad era lo que conocemos como “blanco de plomo”, también llamado albayalde (palabra de origen árabe, al-bayud, blancura) y que se ha utilizado hasta mucho tiempo después: La reina Isabel I lo utilizaba para disimular las cicatrices provocadas por la viruela, por ejemplo. También, y hasta hace bien poco, existían pinturas blancas fabricadas con plomo. El blanco de plomo se conoce desde la antigüedad (La primera constancia escrita que se tiene es de un discípulo de Aristóteles). Se fabricaba sometiendo el plomo metálico a un ácido (como por ejemplo vinagre) con lo que se creaba una costra blanca que se rascaba para obtener el polvo blanco deseado. No se supo lo que en realidad era hasta el siglo XVIII: Una sal compleja cuya fórmula es: 2PbCO3.Pb(OH)2, que se define como un carbonato básico de plomo (II)  

Otro colorante a base de plomo es el minio, que es rojo. La manera de fabricarlo se descubrió, dicen, por casualidad, tras un incendio en el puerto del Pireo (Grecia), en el que el fuego alcanzó unos barriles de blanco de plomo. Una vez extinguido el incendio, vieron que el contenido de los barriles se había vuelto rojo. En realidad, era tetraóxido de plomo (Pb3O4). Su forma natural había sido extraída por primera vez en el río Miño, en Galicia, y fue ese río precisamente el que le dio nombre. Como curiosidad, decir también que la palabra miniatura proviene de minio, que es la pintura que se utilizaba para ilustrar los códices medievales.  

Otro colorante, en este caso amarillo, es el cromato de plomo (PbCrO4)

Además del tetraóxido o el cromato, existe simplemente el óxido de plomo (PbO), también llamado litargirio. Se trata de un polvo amarillento utilizado en la Antigua Roma para dar brillo, por ejemplo, a los decantadores de vino, lo cual, en realidad, resultó ser una mala idea, porque el plomo se disuelve lentamente en el vino, pasando a ser acetato de plomo, que es dulce, por un lado, y tóxico por otro. Mala mezcla. 

Y sí, como digo: El plomo es muy tóxico. Algunos dicen que incluso fue una de las razones por las que cayó el Imperio Romano… que se volvieron locos por culpa del plomo. Vete a saber. El caso es que hoy (todavía es peor, porque antes al menos podían decir que no lo sabían) no estamos exentos de problemas provocados por el plomo, aunque su uso se ha limitado/prohibido en prácticamente todo el mundo, gracias a Dios.  

Una de las prohibiciones más importantes, sin duda, es su uso como antidetonante para la gasolina (eso hace que se pueda comprimir más antes de que se produzca la combustión, lo cual aumenta el rendimiento del motor). Lo que se añadía era tetraetilo de plomo, y el primero que lo hizo fue un químico estadounidense llamado Thomas Midgley. Finalmente, la gasolina súper (así se llamaba) dejó de venderse (En España en el 2002). Y menos mal, porque en aproximadamente 80 años habíamos alcanzado unos niveles de plomo en la atmósfera demasiado altos. La prohibición fue debida principalmente a la lucha contra las multinacionales de un par de estadounidenses: Helbert Needleman y Clair C. Patterson. El primero era psicólogo infantil y descubrió como el plomo afectaba gravemente a la salud de los niños. El segundo era un geoquímico del que hay bastante más que contar:  

Clair Patterson, nacido en Iowa en 1922, fue uno de los científicos que colaboraron con el gobierno de Estados Unidos en el famoso Proyecto Manhattan. Gracias a ese gran proyecto, Clair llegó a conocer muy bien las cadenas de desintegraciones del uranio y compañía (lo he mencionado al principio). Y en la década de los 50 tuvo una brillante idea. Utilizó esos conocimientos para datar la edad de nuestro planeta con la mayor precisión conocida hasta la fecha. El caso es que, como he dicho, el plomo tiene básicamente 4 isótopos (tiene 5, pero uno, el Pb210 es prácticamente inexistente). Si sabemos la proporción exacta de cada uno de ellos en la Tierra ahora, y supiésemos la proporción exacta original, podríamos calcular el tiempo que ha tardado el nuevo plomo a crearse a partir del uranio que ha ido decayendo. Eso nos daría la edad de la Tierra. Pero el tema es: ¿Y cómo sabemos la proporción de plomo que había al principio de los tiempos en la Tierra? Y la respuesta llegó como caída del cielo, literalmente: Los meteoritos que, desde la formación del Sistema Solar, estuvieron dando vueltas por el espacio conservaban la proporción original de los isótopos de plomo. Eso es debido a que dichos meteoritos, compuestos por hierro, no tienen uranio, pero sí plomo (El plomo se junta a menudo con el hierro, pero el uranio no). Así que Clair Patterson pudo estimar la edad de la Tierra en 4550 millones de años.  

Muy a pesar de Clair y Helbert, el plomo sigue utilizándose mucho hoy en día. Su mayor uso, con diferencia, está en las baterías de plomo-ácido, que son las que normalmente llevan los coches, y cuyo inventor fue Gaston Planté. Estas baterías funcionan con ácido sulfúrico. Los electrodos, en contacto con el ácido, se convierten en sulfato de plomo, proceso que se invierte al cargar la batería. Al menos están bien selladas y casi todas son correctamente recicladas. 

Pero también tiene/ha tenido muchos otros usos: Quizás los más conocidos son los de “los plomos de pesca” o los “soldaditos de plomo” o los plomos que utilizan los buceadores (y que les permiten sumergirse) o los “plomos de la casa”, que son los fusibles que antes sí eran de plomo. 

También es muy común el uso del plomo para las balas. Se hacen de plomo porque éste se deforma en cuanto entra en contacto con la presa. Si la bala va blindada con una capa de un metal más duro en el exterior, atravesará a la víctima "limpiamente" causándole menos daño. Si lo que se quiere es atravesar una armadura, la bala blindada es lo mejor, claro. El problema es que las balas de los cazadores a menudo se quedan por ahí, lo cual, obviamente, es un problema. Otras aplicaciones bastante conocidas son: Delantales (o lo que sea) de plomo para proteger de la radiación. Debido a que el plomo es muy denso, unos cuantos centímetros serán suficientes para frenar toda la radiación. Las fuentes radiactivas, utilizadas por ejemplo para las máquinas de rayos X, se transportan en contenedores de plomo. También el hilo de soldar es muy común verlo con plomo (cada vez menos, eso sí), como ya comenté en la entrada sobre el estaño. Con estaño, además de antimonio, cobre y plomo, se crea una aleación llamada peltre, de apariencia muy similar a la plata y que fue muy usada por los romanos para la construcción de acueductos y siglos después para adornos o vajillas. 

Bandeja de peltre. 

El plomo tiene otras aplicaciones menos conocidas, pero no por ello menos interesantes. Por ejemplo: Es un buen aislante para cables. Se fabrican con una fina capa de plomo que forra el interior de los cables protegiéndolos de las interferencias electromagnéticas del exterior. El plomo se utiliza también en la industria del vidrio (El PbO, como aditivo), en la industria química (fabricación y manejo de ácido sulfúrico o como catalizador, por ejemplo). En el pasado se usó para fabricar cerillas (prohibidas desde hace un siglo). También se hicieron con plomo los móviles de las imprentas y se construyeron numerosos tejados de palacios y catedrales. 

He encontrado información bastante curiosa sobre otra aplicación: El papel de plomo. Es como el papel de aluminio, pero que también lleva plomo. El caso es que lo anuncian (con un par) como “papel anti helicóptero”, se supone que para las plantaciones de marihuana, porque reflejan el calor y confunden a las cámaras térmicas de vigilancia.  

 Anselm Kiefer, Ages of the World, 2014.
Obra realizada en plomo del famoso artista Anselm Kiefer.

El plomo pasa a la atmósfera y en contacto con el CO2 se forma una capa de carbonato hidratado que se disuelve poco a poco en el agua, creando problemas a todo ser que habite en ella. Y el plomo, que acaba en nuestro cuerpo, puede causarnos múltiples daños: Interfiere con la propagación de señales a través del sistema nervioso y ataca a las enzimas, perjudicando el procesamiento de elementos como el zinc, el hierro o el calcio (Se confunde con este último en nuestro cuerpo, con lo que se deposita en los huesos y nos va envenenando lentamente). Puede dar lugar a problemas psicológicos como depresión, agresividad o pérdida de memoria. Puede ser causante de una enfermedad muy común hace siglos: La gota (Como una artritis pero más bestia). También puede causar esterilidad. Todo son problemas, vamos. No hay duda de que cuanto menos lo usemos, mejor.

Por último, simplemente decir que el plomo proviene en su mayor parte de la galena (PbS). El mayor productor del mundo de plomo es China, muy por delante de Australia y USA, en segundo y tercer lugar. Está muchas veces asociado al zinc, y generalmente, donde hay del uno, hay del otro. Destacar que uno de los yacimientos más importantes de la historia estaba en Linares, provincia de Jaén (La última mina de la zona se cerró en 1991). Otro mineral importante de plomo es la cerusita (PbCO3), aunque en realidad este se forma por la oxidación superficial de la galena. Destacan también la anglesita y la piro-morfita. Sin olvidarnos de la pirita, de la que hablé también en la entrada del azufre. 

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