50. Estaño

El estaño es un metal de postransición, el cuarto de ellos que vemos hasta ahora (Recuerda que ya hemos visto el aluminio, el galio y el indio) y uno de los más conocidos desde siempre, pues lo conocemos desde hace unos 5000 años y de hecho dio origen, junto al cobre, a la Edad de Bronce. Su nombre proviene del Celta Stán, que derivó en el latino Stagnum. El uso más importante del estaño, ya lo vimos en la entrada del cobre, es, por lo tanto, el del bronce, que suele ser una mezcla de cobre con un 10% de estaño aproximadamente (Puede variar entre un 5 y un 20%, en realidad).

Lingotes de estaño puro.

El bronce, como podrás imaginar, se utilizó al principio más que otra cosa para fabricar armas y herramientas más resistentes que las hechas solo de cobre. Pero no fueron pocas las aplicaciones que vinieron después, pasando desde bisutería o monedas hasta instrumentos musicales. Para el caso de la fabricación de vasos y platos se utilizaba el peltre, cuyo constituyente principal es el estaño, con pequeñas cantidades de cobre.

Tsar Kolokol, en Moscú. La campana más grande del mundo. Y de bronce.

En la antigüedad, en todas las civilizaciones importantes (hablo también de las americanas precolombinas) se usaba en mayor o menor medida el bronce (Y se usó mucho incluso hasta la Edad Media). Existían importantes yacimientos en Gran Bretaña, Norte de España (Galicia), Francia y, si nos vamos a la parte asiática, en Tailandia. En Europa los griegos y, posteriormente los cartaginenses, conocían la ruta de las Casitérides, que era como llamaban a la ruta del estaño, y tenía el mismo nombre que unas supuestas islas que existían al norte de Galicia. Y digo supuestas porque por aquel entonces, los griegos hasta allí no llegaban, pero sabían que los marineros gaditanos traían estaño desde el otro lado de las Columnas de Hércules y no sabían muy bien de dónde (pero que las traían del norte, vamos). Ahora el panorama es diferente, por supuesto. China, Indonesia y Bolivia son los mayores productores. Y esto es desde hace relativamente poco. China inundó el mercado a finales del siglo pasado y el precio del estaño se vino abajo. Ahora, en estos últimos años, China vuelve a importar estaño y el precio se ha recuperado un poco.

El estaño es un metal abundante, que se extrae principalmente de la casiterita (óxido de estaño), cuyo nombre proviene de las legendarias islas. Existen ejemplares de casiterita que se utilizan como piedras preciosas, debido a su brillo.

Casiterita.

Hoy en día no se suele utilizar para hacer cuchillos ni monedas… Su principal uso es la fabricación de hojalata (patentada entre los siglos XVIII y XIX por Peter Durand): Hoja de acero recubierta de estaño, con la que se fabrican las latas que conservan alimentos. Esto es debido a que el estaño casi no se oxida en el aire. Es un metal muy estable que conserva su estado a lo largo del tiempo, lo cual va fenomenal cuando está en contacto con algo que te vas a tener que comer (Y eso que aun así la parte interior se recubre con una laca para evitar que el estaño se disuelva en la comida).

Se utiliza mucho también en electrónica, y por el mismo motivo, porque la soldadura de los diferentes elementos de un circuito no debe estropearse con el paso del tiempo. En mis tiempos, el hilo para soldar circuitos solía llevar un 60% de estaño y un 40% de plomo aproximadamente, lo cual es, debido al plomo, bastante tóxico. Hoy en día han ido apareciendo hilos para soldar sin plomo, que suelen llevar cerca de un 99% de estaño y el resto cobre o plata. Quizás puedas comprarte el hilo para soldar tus propios circuitos con plomo, pero por lo menos en Europa se prohibió (junto con el cadmio o el mercurio) para su uso en ordenadores y electrónica ya en julio del 2006.

Respecto a la electrónica, por cierto, ya mencioné al estaño en la entrada sobre el indio, y de cómo, un óxido de indio y estaño forman un genial material conductor y transparente…

Hilo para soldar de estaño, plata y cobre.

Otros usos de menos importancia tienen que ver con los compuestos de estaño, unos, los inorgánicos (unido a azufre, cloro u oxígeno), que se utilizan por ejemplo en pasta de dientes, colorantes o perfumes, y otros, los compuestos orgánicos (muchos unidos a hidrocarburos), como por ejemplo el óxido de tributilestaño, una molécula utilizada como conservante de la madera, porque evita que los bichillos o los hongos se la coman. Se utilizan las moléculas orgánicas en pinturas, plásticos como el poliuretano o el PVC (ojo con esto) y en pesticidas. Algunas de estas formas orgánicas son peligrosas para la salud y el medioambiente, la más peligrosa es el estaño trietílico. Se han encontrado compuestos orgánicos de estaño en agua potable transportada por tuberías de PVC.

En el último siglo se ha usado para más cosas, algunas con trágicas consecuencias, y eso que no eran pesticidas ni nada de eso. Hablo del estaño puro, que aprendimos que mejor mezclarlo con otros materiales. Que se lo digan si no a Robert Falcon Scott, un héroe inglés que entre 1911 y 1912 luchó por ser el primer hombre en llegar al Polo Sur. No lo consiguió, y cuando llegaron él y su equipo al Punto más al sur del planeta (17 enero 1912), encontraron allí una bandera noruega, perteneciente al equipo de Roald Amundsen, que habían logrado la hazaña un mes antes. El viaje de vuelta fue horrible. Tristes por el fracaso, cansados por el esfuerzo y helados por el inmenso frío de ese duro mes en la Antártida. Habían ido dejando por el camino provisiones, junto a bombonas de combustible para calentarse, y así no cargar con todo ese peso. Pero casi todas las bombonas estaban vacías (Y muchas veces el combustible derramado sobre la comida) debido al elemento número 50: el estaño. Y es que intentaron mejorar las juntas de las bombonas haciéndolas de estaño, sin saber que, a temperaturas bajas (muy bajas por esos lares) el estaño cambia su estructura atómica y se vuelve frágil y quebradizo (Se le llama la peste del estaño o cambio beta-alfa del estaño, y comienza a partir de los 13ºC. A -40ºC de la Antártida, se acelera devastadoramente), lo cual supuso el fin para el equipo de Scott, que murió a tan solo 18 kilómetros de alcanzar el campamento base.

Robert F. Scott escribiendo su famoso diario.

Aunque el frío no le vaya nada bien a las uniones entre átomos de estaño, el átomo en si es muy estable. 50 protones es uno de esos “números mágicos” que equivalen a estabilidad. Tanto es así que el estaño tiene más isótopos estables que ningún otro elemento. Los isótopos en cuestión son 10, el Sn-112, 114, 115, 116, 117, 118, 119, 120, 122 y Sn-124.