35. Bromo


El bromo es el penúltimo elemento de la cuarta fila de la Tabla Periódica. Está en el mismo grupo que el selenio, en el de los “no metales”, y tiene características similares a él. Se encuentra, al mismo tiempo, debajo del cloro, con lo que, solo con eso, ya podrías hacerte una idea de por dónde van los tiros…

Pero empecemos por el principio. El bromo es muy poco común en la corteza terrestre (hay algo más que selenio, pero igualmente muy poco) y a eso se le suma que es muy reactivo (Al igual que pasaba con el cloro y el flúor, tiene 7 electrones en la última capa, con lo que buscará desesperadamente el electrón que le falta (electronegatividad) para llegar a 8, la estabilidad), con lo que siempre lo encontramos mezclado con otros elementos. Supongo que deducirás, entonces, que tardamos mucho en descubrirlo. Y efectivamente, no se descubrió hasta el año 1825.
Antoine Jérome Balard

El descubrimiento del bromo se le atribuye a un francés: Antoine Jérome Balard, que publicó su hallazgo un año después de haber hecho lo propio, en este caso sí, por primera vez, un alemán: Carl Jacob Löwig. Ambos, por cierto, lo hicieron a los 22 años de edad.

Löwig aisló el bromo que estaba disuelto en las aguas de un manantial. El bromo se disuelve muy bien en agua, así que prácticamente todo él se encuentra disuelto en mares, lagos, ríos y manantiales. Para aislar el bromo del agua hay que echarle cloro, que es más electronegativo, tanto, que incluso le quita los electrones al propio bromo, quedando los iones Br- (con un electrón de más, ya sabes) como bromo normal, Br. Los átomos de bromo se unirán entre sí formando Br2 y así sí pueden extraerse de la muestra. Para hacerlo, se utiliza dietil éter (C4H10O). El bromo se disuelve en el éter y luego éste se deja evaporar, con lo que solamente queda el bromo puro, es decir, un líquido marrón y muy muy apestoso.

Un año después de Löwig, Antoine obtendría su muestra a partir del bromo que acumulan unas algas de las marismas salobres de Montpellier. De ellas se obtenía por aquel entonces el yodo, elemento situado justo debajo del bromo. Antoine observó que allí había un elemento que no era ni cloro, ni yodo, pero que tenía características parecidas a ambos. Lo llamó murio, que procedía de muria, que significa salmuera en latín. Pero el pobre Antoine no era nadie, así que el nombre que él decidió ponerle fue desechado… Gay-Lussac, Vauquelin y Thénard, tres grandes químicos de renombre de la época, confirmaron, efectivamente, que el murio era una nueva sustancia y lo llamaron bromo, que procedía de la palabra griega brómos (hedor).


Bromo
Bromo en estado puro. 

A parte de lo mal que huele, una cosa que sorprendió a todos, es que el bromo es líquido a temperatura ambiente. Esto solo pasa con un elemento más: el mercurio. Así que es un elemento muy similar al cloro o al yodo pero cuando éstos están normalmente en estado gaseoso, el bromo se encuentra en estado líquido. Aunque, obviamente, no dura mucho en ese estado. Primero porque se evapora rápidamente y segundo porque reacciona, como sabes, con todo lo que se le ponga por delante. Hasta con tu piel, que puede producirte importantes quemaduras. Como curiosidad, añadir que el bromo es naranja en estado gaseoso, marrón en estado líquido y amarillo en estado sólido.

Pero el estado del bromo que más ha triunfado a lo largo de la historia de la humanidad ha sido el púrpura. Un púrpura precioso y preciadísimo. Y lo más curioso es su procedencia. Concretamente la molécula 6,6´-dibromoíndigo (C16H8Br2N2O2) se obtenía de un caracol marino llamado Bolinus Brandaris. Como lo lees. Estos caracoles tienen una glándula (parecida a la de la tinta los calamares y los pulpos) donde generan una sustancia que utilizan para proteger sus huevos y a si mismos de los depredadores. Esa sustancia se ha utilizado desde tiempos inmemoriables como tinte. Ha sido un tinte muy especial y valorado y hubo una época que solo lo utilizaba la nobleza. Además, es que ese tinte no solo no se decolora con el tiempo, sino que el brillo mejora ¡todo un lujo! Por eso lo llamaban púrpura real. Fíjate si viene de hace tiempo el tema que se dice que el tinte lo descubrió Heracles, cuando su perro se manchó el morro al comerse uno de estos caracoles. A la sustancia la llamaron la púrpura de Tiro, porque es una ciudad fenicia (Actualmente en el Líbano) donde comerciaron mucho con ella (Fenicia era el nombre de la región donde vivían, en la zona del actual Israel, aunque comerciaban por casi todo el Mediterráneo). En Creta, por ejemplo, todavía quedan montañas de conchas de estos caracoles. Seguro que has visto alguna concha de esas alguna vez:

Resultado de imagen de Bolinus brandaris
Bolinus Brandaris, llamado "Cañailla" en el sur de España. 

Hoy en día, gracias a Dios, esas caracolas pueden vivir razonablemente tranquilas porque el bromo se obtiene con un método parecido al que utilizó Löwig. Casi todo el bromo se obtiene del mar, donde está sobretodo en forma de sales de bromuro de potasio o de sodio. Hay mucho, por ejemplo, en el Mar Muerto. 

Desde que el alemán lo descubriera, como no podía ser de otra manera, empezaron a buscarle usos. Se empezó a utilizar, primeramente, en las primeras fotografías (daguerrotipos), donde la imagen se imprimía directamente en una placa y se utilizaban vapores de yodo y bromo para que se viera la imagen (algo así, al menos). Como bromuro de plata también se ha usado en la fotografía, debido a su sensibilidad a la luz. También se empezaron a utilizar dos compuestos, bromuro de potasio y bromuro de sodio (KBr, NaBr) como sedantes. El caso es que, y esto lo puso de moda Sir Charles Locock (uno de los médicos de la Reina Victoria), empezaron a tratar la epilepsia con ellos. Pero no porque pensaran que curara directamente la epilepsia, sino porque como sabían que reducía la líbido, y creían que la epilepsia era consecuencia de la masturbación, pensaron en curar lo uno evitando lo otro. Y así fue. Curaron la epilepsia, pero no por la razón que ellos creyeron, claro. Obviamente, debido a su toxicidad (provoca lo que se conoce como bromismo), el bromo fue poco a poco sustituyéndose como fármaco aunque, según he leído, siguen utilizándolo los veterinarios.

Posteriormente a eso, el bromo se ha utilizado, debido a su reactividad (y toxicidad) como pesticida e incluso como agente en la guerra química (cómo no). De hecho, fue una de las primeras armas químicas modernas que vieron la luz. Los franceses utilizaron bromuro de xililo (C8H9Br), un gas lacrimógeno muy potente, contra las tropas invasoras alemanas en 1914. Aunque no les sirvió de mucho ya que el viento disipó el gas y no causaron grandes daños en las tropas germanas. A los alemanes tampoco les fue muy útil contra los rusos, porque se congela fácilmente. Afortunadamente, ambos están prácticamente extinguidos (o eso quiero pensar) del mercado. Porque es que encima de tóxicos y contaminantes, son dañinos para la capa de ozono. El bromuro de metilo (CH3Br), por ejemplo, es de lo peorcito. Los rayos del Sol rompen la molécula en dos dejando el ión metilo (CH3+), que es super tóxico, por un lado y el bromo por otro. También es muy dañino el bromuro de etilo (C2H5Br), que confinado con otro compuesto de plomo, se usaba en las gasolinas, generándose Bromuro de plomo (PbBr2) que es muy contaminante. El bromo sube a la atmósfera y rompe la molécula de ozono. 

El bromuro de metilo, además de como pesticida, hace tiempo se llegó a usar también como agente extintor. Hoy en día se siguen utilizando otras moléculas con bromo (Polibromodifenil éter (PBDE)  o hexabromociclododecano (HBCD)) también para el tema de contraincendios, aunque particularmente para crear materiales retardantes del fuego (Y de hecho es el mayor uso que se le da a día de hoy), aunque algunos están prohibidos. El caso es que mezclado en ciertos polímeros y otros materiales, produce un ácido que reacciona con el oxígeno y el hidrógeno e interfiere en la fuerte reacción de oxidación que tiene lugar en un fuego. Hay varios estudios que dicen que éstos componentes son tóxicos y que en el polvo de los hogares hay más del que debería. Siempre es bueno tener ventilada y limpia la casa, ya sabes.

Un uso muy interesante que se le da al bromo es su aplicación para estudiar las cadenas de ADN. Para ello se utiliza bromuro de etidio (C21H20BrN3) porque brilla con una luz naranja al ser iluminado con luz ultravioleta. Y ese brillo aumenta mucho cuando el bromuro de etidio se une a la cadena de ADN.

También brilla el azul de bromotimol (C27H28Br2O5S), aunque en el espectro visible, de un color azulado. Se utiliza como medidor ultra sensible de PH.

El bromo ha podido encontrarse, en forma aceite vegetal bromado, en alimentos y bebidas, por ejemplo en la CocaCola, Pepsi, la Fanta o el Gatorade. Ahora se ha prohibido su uso, pero no hace mucho había compuestos bromados en bastantes alimentos.

Por supuesto, también hay bromo en el cuerpo humano (hubiera sido muy raro que no tuviéramos algo de bromo en nuestro interior). Los Eosinófilos son un tipo de leucocitos que utilizan ácido hipobromoso son usados en nuestro cuerpo para la defensa inmunológica.

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