118. Oganesón

 

Por fin hemos llegado al último elemento de la Tabla Periódica. Me emociono y todo al escribir estas líneas, pues han sido muchas, muchísimas horas buscando información y leyendo sobre los diferentes elementos. He aprendido mucho y me he entretenido, con lo que me doy por satisfecho. Estoy muy contento, aunque eso sí, no te voy a engañar: Ya tenía ganas de terminar.  

Estos últimos elementos los he ido escribiendo un poco en paralelo, pues encontraba información sobre uno mientras escribía la entrada de otro, así que siempre tenía elementos a medias, aunque solo fuera con enlaces interesantes. Estas líneas las empiezo a escribir en marzo del 2023 y no sé cuándo verá la luz… pero será la última publicación de este rinconcito de internet. Existen muchas páginas interesantes y muchas publicaciones sobre estos últimos elementos, aunque la verdad, como se sabe poco de ellos y más o menos se crearon igual, no son precisamente mis favoritos. Eso sí, son interesantes y algo he aprendido escribiendo sobre cada uno de ellos.  

El elemento que hoy nos toca, el número 118, tiene de especial dos cosas principales: Lo primero es que es el último elemento que, a día de hoy, tenemos en la Tabla Periódica y segundo: su nombre, oganesón (Og), viene del científico ruso Юрий Цолакович Оганесян, más conocido en España como Yuri Tsolakovich Oganesian.  


Yuri

Siempre ha habido algo de controversia a la hora de ponerle nombres a los elementos. En estos últimos elementos ha habido, creo, buen entendimiento y colaboración entre los principales laboratorios: GSI, Berkeley y Dubna. Se acordaron nombres para cada uno de los elementos y a finales del año 2016, se mandó (La IUPAC) la lista con el nombre de los últimos elementos de la lista: 113, 115, 117 y 118. (Su descubrimiento había sido anunciado un año antes). 

En éstos últimos elementos hubo mucha especulación y más de una porra por saber qué nombre se pondría al final. Mucha gente propuso nombres e incluso aparecieron propuestas en la página de change.org. Para el 118 se plantearon, por ejemplo: Avogadron, efimeron, oberón, sisyphison, starduston o accadaccium. La verdad que no me gusta ninguno… pero bueno, oganesón no es que suene especialmente bien español, con lo que supongo que solo es cuestión de acostumbrarse. Eso sí, al igual que neón, argón, kriptón, xenón y radón, el elemento número 118, tenía que acabar en –on.  

Ya hablé del elemento número 118 en la entrada sobre el livermorio. En ella mencioné el escándalo de los datos falseados por Victor Ninov en 1999. Unos años más tarde, en el 2006, los rusos (en colaboración con científicos americanos) anunciarían que sí que lo habían conseguido (Y esta vez era verdad). Lo lograron haciendo colisionar átomos de calcio-48 con californio-249. Fueron unos experimentos que duraron 4 meses y durante los cuales no pararon de acelerar átomos de calcio (varios miles de millones de átomos) para estrellarlos a gran velocidad contra una diana en la que se ponía californio. Los únicos 3 átomos de Og-294 tenían una vida media aproximada menor a un milisegundo y decayeron, soltando una partícula alfa, en livermorio. Tampoco me voy a enrollar, a estas alturas, mucho con esto.  

Respecto a Yuri, es uno de los mayores expertos en elementos pesados del mundo. Desde 1969 es Doctor en fisión nuclear y desde la década de los 60 ha estado investigando sobre la creación de nuevos elementos. Trabajó con Gueorgui Fliorov en el descubrimiento de varios elementos, de número atómico mayores de 102. Ha estado implicado en el descubrimiento del: rutherfordio, dubnio, seaborgio, bohrio, nihonio, fleroviolivermorio y Tenesso. Actualmente tiene 90 años (nació en 1933). 

No se me ocurre una mejor forma de terminar esta entrada que enlazando un vídeo donde el mismo Yuri Oganessian explica cómo funciona la máquina que tantos huecos de la Tabla Periódica ha rellenado:



Ha sido un placer.

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