117. Teneso

 

Llegamos al elemento número 117: El teneso (tennessine en inglés). Elemento nombrado en honor al estado americano de Tennesse y propuesto por Joseph Hamilton, un científico de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, Tennesse (Estado donde también está el Oak Ridge Laboratory y la Universidad de Tennesse). Por cierto, que Hamilton quería que se utilizara la abreviación Tn pero ésta ya había sido utilizada anteriormente, con lo que no pudo ser y tuvo que conformarse con Ts


A.V. Ramayya a la izquierda y J.H. Hamilton a la derecha recibiendo un premio por su trabajo en el descubrimiento del elemento 117. Agosto del 2016.

El elemento en si es otro de estos enormes e inestables átomos de laboratorio. Para crearlo, como pasa con todos estos últimos elementos, hace falta un acelerador de partículas y unos avanzados detectores de radiación. Lo consiguieron (6 veces) en el año 2010 un grupo de científicos americanos y rusos liderados por Yuri Oganessian en los laboratorios del instituto Joint de investigación nuclear en Dubna. Lo hicieron acelerando átomos de calcio-48 en el ciclotrón y estrellándolos contra una diana de berkelio-249. Consiguieron, con ello, la creación de dos isótopos (Ts293 y Ts294) del último hueco que quedaba por rellenar de la Tabla Periódica.  

En el 2012 y en el 2014 se confirmaba la existencia del elemento con 117 protones en el núcleo. En el 2014 fue un grupo internacional en las instalaciones de Darmstadt (GSI). Utilizaron también calcio48 y berkelio suministrado por el Oak Ridge National Lab de Tennessee. Por el camino, además, descubrieron un nuevo isótopo de livermorio, el Lr266. Ese isótopo de livermorio salió del decaimiento de un átomo de dubnio270, un isótopo con una vida media de una hora, la más alta conocida para elementos mayores de 102.  

El experimento en si es muy complicado, pues requiere la detección de las partículas alfa emitidas por una cadena de decaimiento de 7 pasos. La detección se hace en una máquina que llaman TASCA (TransActinide Separator and Chemistry Apparatus). Claro, además es que cada uno de esos pasos tiene un tiempo diferente (La vida media nos marca un tiempo medio, pero un valor concreto puede variar bastante de un átomo a otro, y de ahí la dificultad). Bueno, todo esto quizás lo sepas si te has ido leyendo las entradas anteriores. A estas alturas no me voy a repetir...  

Sí que creo que quizás sea buen momento para hablar de la Isla de estabilidad, aunque sea muy poco por encima. La conocida como Isla de Estabilidad es esa región del mapa de isótopos donde hay unos elementos estables. Antes que nada, la Tabla Periódica no se acabará con el oganesón (118). Seguramente se descubra (se sintetice) algún elemento más. El mismo Hamilton, el día que se hizo la foto que he puesto ahí arriba, dijo que probablemente se descubran 4 elementos más: Del 119 al 122. Estos elementos, además, podrían tener vidas medias de varios segundos, lo cual sería más que interesante. ¿Y qué hace estable a un átomo? Una de las primeras personas en teorizar sobre ello fue Maria Goeppert-Mayer, que demostró que los elementos del núcleo se ordenan de manera que unos son más estables que otros (igual que pasa con los electrones de la corteza). Esta teoría dio lugar a los números mágicos: 2, 8, 20, 28, 50 y 82, que son el número de protones y neutrones que equilibran el núcleo. Alrededor de los elementos con números mágicos hay también elementos bastante estables... lo que hace que se agrupen elementos muy/bastante estables en las llamadas Islas de Estabilidad. ¿Y si se encontrara una isla de estabilidad más allá del elemento número 118? Pues sería una maravilla... y en esto andan entretenidos muchos científicos del mundo. 



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