107 elementos ya, que se dice pronto. Y 107 protones en el núcleo. Hoy vamos a ver el bohrio (Bh), nombrado así por un gran científico: Niels Bohr. Aprenderemos algo sobre ambos, elemento y genio y ya verás cómo, de esta, salimos más sabios.
Niels Bohr. |
Así que, si te has leído las entradas anteriores (Nobelio, lawrencio, rutherfordio, dubnio y seaborgio, por ejemplo), te habrás dado cuenta que lo más interesante de estos elementos fue la creación y posterior disputa por su nombre. Hasta ahora, solo ha habido dos actores principales: Los del Joint Institute de Dubna y los de la Universidad de Berkeley. En el caso del Bohrio, se suman los alemanes del Instituto alemán de investigación nuclear Helmholtzzentrum für Schwerionenforschung, un nombre fácil de recordar, por eso se le conoce como GSI, y fue fundado en 1969 (Está en Darmstad).
En Dubna aparece la figura de Yuri Oganessian, y en 1975 él y su equipo consiguen crear bohrio-261 bombardeando bismuto-204 con cromo-54. Lo hicieron público en 1976 y reclamaron su derecho a nombrarlo. Posteriormente, en 1981, un equipo de alemanes liderados por Peter Armbruster y Gottfried Münzenberg (Contaban con Hoffman, Heberger, Reisdorf, Schmidt, J. Schneider, W. Schneider, Sahm y Thuma) utilizando un método similar, consiguieron crear e identificar 6 átomos de Bh262. Es posible que los soviéticos fueran los primeros en crear un átomo de bohrio, pero no fueron capaces de presentar pruebas concluyentes con lo que la IUPAC premió a los alemanes y, por lo tanto, les otorgó el derecho a nombrarlo. He estado leyendo una página alemana al respecto, y es curioso que ni menciona a los rusos. Yo normalmente he ido leyendo sobretodo páginas americanas (Las universidades americanas publican mucha información, incluso unas muy interesantes charlas de los descubridores, por ejemplo, en reuniones que hacían para conmemorar los descubrimientos), quizás por eso siempre tengo más información de lo que hacían por Berkeley. Bueno, una simple curiosidad.
Peter Armbruster y Sigurd Hoffman. |
El caso es que los alemanes querían llamarlo nielsbohrio, pero ese nombre ya había sido rechazado con anterioridad. La norma básicamente era que cuando un nombre es rechazado, éste no puede volver a proponerse de nuevo. Además, la IUPAC tampoco ve con buenos ojos que un elemento tenga nombre y apellido, con lo que finalmente se decantó la balanza por bohrio. A los alemanes no les terminaba de gustar, porque se parece demasiado a boro y a bario, pero supongo que al final tuvieron que conformarse. Pero esto no se aclaró del todo, como sabrás si te has leído las entradas anteriores, hasta 1994, que es cuando se pusieron todos de acuerdo (Gracias al trabajo, desde el 86, del Transfermiun Working Group). Anteriormente, la IUPAC, dados los líos para nombrar los elementos 105, 106 y 107, les puso unos nombres temporales. Al bohrio lo llamaron unilseptium (Uns). Pero realmente no fue hasta 1997, en Ginebra, cuando los nombres de los elementos (Del 101 al 109) fueron reconocidos internacionalmente.
Como ya he dicho en entradas anteriores, estos elementos son muy radiactivos, lo cual quiere decir que se rompen enseguida, expulsando radiación y convirtiéndose en otros átomos. El isótopo más duradero del bohrio, el Bh267, tiene una vida media de 15 segundos (fue descubierto bastante recientemente en Berkeley) y sus propiedades se estudiaron después en Berna, Suiza, en el Paul Scherrer Institute (PSI). La detección se lleva a cabo en un sistema llamado Analizador de gas automático en línea, por sus siglas en inglés: OLGA. Los productos se mezclan con gas (oxígeno, hidrógeno, cloro) en un cromatógrafo. Se detectó que el compuesto con el bohrio era volátil a 180 grados. Y en los detectores a la salida se estudió su decaimiento alfa: En el Caso del Bh267, decae primero transformándose en dubnio, luego en laurencio y luego en mendelevio. Para detectar las propiedades químicas, además, tienen que tener en cuenta que como el núcleo del átomo tiene tantos protones de carga positiva, esto crea un efecto distorsionador de las propiedades, con lo que tienen que calcular cómo serían las reales… Es complicado y supongo que tienes que trabajar en uno de esos laboratorios para entenderlo bien.
Obviamente, el bueno de Niels Henrik David Bohr no supo nada de esto, pues murió en 1962. Bohr es mundialmente conocido por revolucionar el concepto de átomo (Para entenderlo, te muestro a continuación una imagen con los diferentes modelos de átomos).
Modelos atómicos |
Bohr nació en Dinamarca en 1885. En 1911, ya como Doctor en física por la Universidad de Copenhague, se fue a la prestigiosa Universidad de Cambridge, y se puso a los servicios de Thomson. No debió haber buen feeling entre ambos, así que cogió las maletas y se fue a Manchester a estudiar con otro de los grandes: Rutherford, de quien ya hablé en la entrada del rutherfordio. Estuvo trabajando con él 2 años y después volvió a Dinamarca. En 1921 fundaría el Instituto Nórdico de Física Teórica, hoy en día llamado Instituto Niels Bohr. Ganó el Nobel de física en 1922 por “sus investigaciones sobre la estructura de los átomos y la radiación que emana de ellos”.
Niels sostenía que las leyes que rigen el funcionamiento interno de los átomos están fuera de la física clásica. Hacía falta una revolución y cambiar la forma de pensar: Hacía falta la física cuántica. Es un concepto que empezaba a ganar fuerza. Albert Einstein fue bastante escéptico al respecto y son conocidas sus discusiones (y amistad) con Bohr. La famosa frase de Einstein, de que Dios no juega a los dados, se la dijo a Bohr. Y, dicen, Bohr le contestó: Deja de decirle a Dios lo que tiene que hacer. Otros grandes como Heisenberg, Schrödinger o Pauli también participarían en esas discusiones. Niels pasó largas temporadas también en Estados Unidos, donde empezaban a investigar sobre las fisiones de los átomos, como las del uranio o el plutonio, cosa que Bohr anunció junto a Wheeler. Después, ya en los 40, se vio obligado a huir de Europa por sus antecedentes judíos y viajó a USA, de nuevo, donde trabajó en el Proyecto Manhattan. Tras la Guerra volvió a Dinamarca y estuvo al frente del Instituto Bohr hasta su muerte.
Hablé de él, por cierto, también en la entrada del hafnio.
Un gran tipo.
Bohr y Einstein. |
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