El bismuto es el elemento número 83 de la Tabla Periódica. Es otro metal de post-transición, como lo son también: Aluminio, galio, indio, estaño, talio, plomo y polonio. Además de eso, como ya comenté en la entrada del plomo (un metal bastante parecido), el bismuto es el último elemento de la tabla periódica que es estable. A partir de ahora, todos los elementos que vamos a estudiar serán radiactivos.
Y ahora analicemos bien lo de que sea estable. Quizás me he explicado mal: Se le considera estable; porque la realidad es que es radiactivo. ¿Cómo? Pues resulta que su vida media se estima en la nada desdeñable cifra de 20 trillones de años, es decir, más (mucho más) que el Universo (Esto se sabe desde el 2003, gracias a un experimento realizado en Orsay, Francia). Demasiado, desde luego, como para considerarlo radiactivo. El caso es que, de una muestra de bismuto, cada mucho tiempo, alguno de sus átomos suelta una partícula alfa (dos protones y dos neutrones) de baja energía, y se transforma en un átomo de talio. Antes de eso, el bismuto tendría 83 protones, 83 electrones y 126 neutrones (Bi209). Y lo considerábamos estable.
El “estable” bismuto se parece bastante al plomo y al estaño y, de hecho, lo confundían en la antigüedad. En cierto momento, los alquimistas empezaron a llamar al bismuto tectum argenti (plata haciéndose), como queriendo decir que era plata aunque todavía no se había formado del todo en el interior de la Tierra (También he leído que podría ser porque a menudo se encontraba plata debajo del bismuto y que tectum argenti se puede traducir como techo de plata). Georg Bauer, un mineralogista alemán, describió el bismuto (bisemutum), por primera vez, como otro metal diferente al resto. En el siglo XVIII quedó plenamente demostrado, sobre todo gracias a Claude François Geoffroy (en 1753), a quien se le suele considerar como el descubridor del bismuto, y eso que el pobre murió a la tempranísima edad de 24 años.
El nombre del bismuto seguramente provenga del alemán, Wismuth o algo así, que podría tener relación con el blanco bismuto, que en realidad es oxicloruro de bismuto (BiOCl), y suele emplearse para fabricar pigmentos blancos, que es uno de sus más populares usos.
Lo bueno del bismuto es que no es tóxico y se parece al plomo. En la Tabla, se encuentra rodeado de venenos, eso sí, pero curiosamente, el bismuto es totalmente inocuo. Esto quiere decir, y lo veremos en los próximos años, que puede ser un sustituto del plomo en muchas de sus aplicaciones. Por ejemplo, en soldaduras, en la fabricación de balas o perdigones o en plomos para la pesca (Ya estamos tardando) que lamentablemente en muchas ocasiones se quedan por ahí, en la naturaleza.
Obviamente, el bismuto es más escaso y, por lo tanto, caro, y además ha aumentado su precio en los últimos años. (En la última década ha pasado de aproximadamente 6 a 28 dólares el kilo) Los mayores exportadores (Datos del 2019) son China (cómo no), Bélgica, Tailandia y USA. El mayor importador es Alemania. Se obtiene principalmente, por cierto, como subproducto en las minas de cobre o plomo, aunque hay dos minerales que destacan por su alto contenido en bismuto: La bismita y la bismutinita. También se conocen con bismuto la aikinita (con cobre y plomo) y la matildita (con plata y azufre). Bueno, no son minerales muy comunes y conocidos, pero ahí están.
Bismita procedente de Alemania. |
La mayor parte de todo ese bismuto se utiliza para la industria química: Farmacéutica (Usado para tratar dolores de estómago y diarrea (Subsalicilato de bismuto (C7H5O4Bi), que frena el flujo de fluidos y electrolitos en el intestino, reduce la inflamación y puede matar los parásitos que causen la diarrea), fabricación de pigmentos (hasta para fuegos artíficiales, que se usa por el rojo) y cosméticos (El oxicloruro de bismuto, muy usado en cosmética, porque, dicen “tiene una afinidad muy fuerte con la piel y es un pigmento con un acabado blanco perla”. Por ello se utiliza para sombras de ojos o lápices labiales, por ejemplo. Aunque no le faltan los detractores, que argumentan que es un metal pesado que a algunas personas les produce irritación en la piel). También se ha usado en la industria nuclear, durante el proyecto Manhattan, por ejemplo, para separar los átomos de uranio de los de plutonio.
El resto del bismuto del mundo se emplea para diferentes aleaciones (Funde a 271 grados centígrados, lo cual ayuda bastante). Se mezcla con algunos metales, reduciendo su punto de fusión y suelen usarse para, según he leído, extintores (con polvo de bismuto 99%) y detectores de incendios. Ah, y como adorno también, porque no me digas que no es chulísimo:
Precioso cristal de bismuto. |
La foto deja claro que es un metal especial. Pero el bismuto tiene algunas características que lo hacen todavía más especial. Por ejemplo: Se expande al solidificarse (como el agua, el galio, el antimonio y el silicio), lo cual resulta curioso (y útil, porque se pueden hacer piezas pequeñas más fácilmente ya que se deforman menos al enfriarse, por ejemplo las piezas de una imprenta). Si tienes bismuto fundido y tiras un trozo sólido, éste flotará en lugar de hundirse. Por otro lado, el bismuto, si se quema, produce una llama azul y un humo amarillo (El óxido amarillo, Bi2O3). El bismuto es uno de los metales que peor conducen la electricidad y el calor, lo cual lo hace todavía más especial. Además, es el metal más diamagnético, es decir, que más se ve repelido ante un campo magnético. No dejamos de maravillarnos con las sorpresas que nos trae la Tabla Periódica de los elementos.
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