17. Cloro

Vamos a aprender un poco sobre el cloro. Un elemento muy reactivo y peligroso. 

Lo primero, como siempre, la estructura atómica: Tiene 17 protones, lo cual significa que tiene 17 electrones, distribuidos de la siguiente manera: 2 en la primera capa, 8 en la segunda y 7 en la tercera. Le falta solamente 1 electrón para completar la tercera capa y ese electrón va a obtenerlo de cualquier sitio al precio que sea. Recordarás al flúor, otro halógeno, como lo es el cloro, y por lo tanto con este mismo problema de insaciabilidad de electrones. :-)

Un elemento que combina muy habitualmente con el cloro, y del cual ya hemos hablado, es el sodio. ¿Recuerdas qué se obtenía con la combinación de ambos? Seguro que lo has probado: La sal de mesa o sal común, NaCl.

Solo con la sal, ya bastaría para afirmar que el cloro es uno de los elementos más abundantes e importantes de la Tierra. Los animales necesitamos la sal para vivir. Necesitamos un sinfín de elementos para vivir sin problemas, pero hay algunos especialmente importantes. Muchos de ellos son muy abundantes en nuestro planeta, como no podía ser de otra manera (raro sería evolucionar en un planeta necesitando elementos escasos en el mismo). Respecto a la sal, resulta curioso, en cualquier caso, cómo todos los animales (incluido el ser humano) han sabido siempre que necesitan sal para vivir. En lugares donde no hay sal, los humanos hacían kilómetros y kilómetros para conseguir un poco de este preciado condimento. No por el sabor, sino simplemente porque es vital. ¿Pero cómo sabían que era cosa de vida o muerte? No está claro. Muchos animales hacen lo mismo, por cierto... saben donde encontrarla y no se sabe muy bien cómo.

La sal, y por lo tanto el cloro, es muy importante para nosotros y el resto de seres vivos en general porque interviene en muchas funciones vitales. Está disuelto en nuestra sangre y ayuda a regular la presión osmótica o el equilibrio ácido-base (PH de la sangre y células). También es un componente esencial de los jugos gástricos.

El caso es que a pesar de su importancia, el cloro es muy peligroso. Bueno, ya he dicho que es muy reactivo… y en estado puro puede ser letal. Pero esa misma reactividad hace que se junte con muchos otros elementos y que lo tengamos a nuestro alrededor sin apreciarlo. El primero en obtener cloro en estado puro fue un germanosueco llamado Carl Wilhelm Scheele. Juntó cloruro de hidrógeno (HCl) con dióxido de manganeso y obtuvo MnCl2, agua y Cloro puro (Cl2). Observó que salía un gas medio verde-amarillento con el que pudo realizar varios experimentos y constatar su peligrosidad. Lo llamó “Ácido muriático deflogisticado”. Humphry Davy, tres décadas más tarde, en 1810, siguió experimentado con ese gas amarillento, acertando en decir que era un elemento al que llamó cloro, que proviene de la palabra Khloros, que en griego significa amarillo verdoso. Hoy en día, por cierto, se obtiene por electrólisis de cloruro de sodio. 

Carl Wilhelm Scheele. 1742-1786. 
               
PicturePictureEl caso es que ese gas entre amarillo y verde es, como ya he dicho, muy tóxico. No solo para nosotros los humanos (razón por la cual se ha usado en la guerra, por primera vez en 1915, obra de Fritz Haber, aunque pronto surgieron otros gases más letales como el fosgeno o el gas mostaza, que contienen también cloro y que vimos con el fluor/nitrógeno) sino también para los microrganismos. Es esta última razón por la que el cloro es ampliamente usado hoy en día. Todos tenemos en casa algo de hipoclorito sódico (NaClO) en casa. Aunque lo tenemos disuelto en agua. Entre un 3 y un 6% de esta sal en agua sería suficiente para matarte si la bebes. Se llama lejía. Y es un muy buen desinfectante. Además, decolora, como habrás podido comprobar si te ha saltado algo de lejía en la ropa. En otra de sus aplicaciones, el cloro se utiliza para blanquear el papel en las fábricas papeleras, lo oxida todo, hasta las moléculas responsables del color.

Añadir, como curiosidad, que la que se dice que es la “molécula más tóxica creada jamás” es la conocida como TCDD “El agente naranja”, usada por el ejército estadounidense en Vietnam y que acabó con la vida de cerca de medio millón de personas y otras tantas que se vieron afectadas con malformaciones o cáncer. También es conocido el desastre de Seveso, en Italia, en el año 76. Uno de los gases lacrimógenos es la cloroacetona, también es conocido por su uso como arma química.  El gas mostaza (con azufre o nitrógeno) también ha traído lo suyo. 


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Ese tipo de cosas que no deberían repetirse. 

El cloro, aunque tóxico, ha supuesto una mejora en la vida de los seres humanos gracias a que es un buen desinfectante. Disolviendo una muy pequeña cantidad en el agua, asegura que se eliminan todos los parásitos que crecen en ella. Así que desde que se descubrió esto (El primero en usarlo así fue un médico estadounidense llamado Carl Rogers Darnall en 1910), se han evitado muchos dolores de barriga en el mundo.

Pero hay más. Se puede afirmar que el cloro ha sido el causante de la eliminación de la malaria de Europa. Fue un compuesto, el DDT, (compuesto orgánico con cloro en su estructura), descubierto en 1874 por un estudiante de química y redescubierto por Paul Müller en 1939 cuando buscaba un sustituto de las bolas de naftalina para proteger los armarios. Se dieron cuenta de que el DDT era único para evitar la procreación de los piojos o los mosquitos. Se utilizó durante unos años para combatir las enfermedades provocadas por los mosquitos así como para evitar las plagas en los cultivos. Al final fue prohibido gracias al estudio de Rachel Carson, que publicó un libro en 1962 “Primavera silenciosa”, alertando sobre los devastadores efectos que traía consigo la eliminación masiva de insectos, base de la cadena alimenticia, además del efecto de acumularse el DDT en el tejido adiposo de los pájaros y las personas.


Rachel Carson. 

También se utiliza el cloro, por la misma razón, en las piscinas. En las más pequeñas se echa directamente NaClO pero en las más grandes se echan unas gotitas de ácido hipocloroso (HClO). Hay que tener mucho cuidado porque en pequeñas concentraciones no pasa nada... pero se han dado casos de quemaduras en piscinas con demasiado cloro. O incluso problemas con respirar el ambiente, demasiado cargado de cloro, en las piscinas cubiertas. La puedes "liar parda", vamos.

Aparte de esto, el cloro forma parte de muchos plásticos, como por ejemplo el PVC (policloruro de vinilo) que se lleva el 20% del cloro producido mundialmente. También es usado en muchos compuestos industriales como cloroformo (CHCl3) o cloruro de metilo (CH3Cl) o los afortunadamente ya prohibidos CFC (CloroFluorCarbonados), que se utilizaron para los aires acondicionados y que dañaron gravemente la capa de ozono (los rayos del Sol descomponían esa molécula y los iones de cloro se cargaban el ozono). Tiene muchos más usos; por ejemplo, es bastante común su mezcla con metano: Clorometano como refrigerante, Diclorometano como decadente, triclorometano como anestesia y tetraclorometano para limpieza (aunque se ha retirado por ser demasiado tóxico)

Siguiente elemento: El argón.

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