El cromo es ese elemento que
Hippolyte Victor Collet-Descotils confundió con el vanadio hace poco más de dos
siglos arruinándole al pobre de Andrés Manuel del Río el honor de haberle dado
nombre a un elemento. Esto quiere decir que el ya estudiado elemento de 23
protones se parece mucho a este que nos ocupa, de 24. Pero aunque sea, en
muchas de sus propiedades muy parecido al vanadio, tiene una gran diferencia: Se
utiliza para un montón de cosas.
Antes de hablar de sus utilidades,
prefiero empezar por las propiedades. Es un metal de transición, con lo que
tenemos algunas de sus características definidas de antemano. El cromo es duro,
frágil, buen conductor de calor y electricidad, plateado, brillante, dúctil y
maleable. Al igual que el vanadio, se oxida cediendo más o menos electrones con
lo que, en estado natural, puedes encontrártelo formando preciosos minerales de
colores.
Preciosos cristales Crocoita. PbCrO4. |
Forma, como digo, diferentes y muy
variados minerales de colores, lo que significa, más que nada, que está muy
esparcido por ahí, con lo que hasta hace relativamente poco no sabíamos de su
existencia. Se descubrió a partir de la crocoita (que contiene una gran
cantidad de plomo y que ha sido muy usado para fabricar tintes y pinturas), un
mineral descubierto en Siberia en el siglo XVIII.
A finales de siglo, una muestra del mineral ruso llegó a las manos de Louis Nicolas Vauquelin
(descubridor del berilio) que obtuvo, a partir de ese mineral, trióxido de
cromo (CrO3), y lo hizo tratándolo con un ácido. Un año después, Louis Nicolas conseguiría, tratando el ácido con hidrógeno, aislar el cromo.
Tenía la primera muestra de cromo puro de la historia.
Cromo puro. |
Vauquelin descubrió muestras de ese
mismo metal en muchas otras rocas de vistosos colores, como rubíes o esmeraldas
(que si no fuera por esas pequeñas porciones de cromo en su estructura, serían
transparentes). Por eso le puso cromo, que en griego significa color. El caso es que el cromo puede ceder, en sus compuestos, hasta 6 electrones, y con cada una de esos compuestos, deja a la vista uno u otro electrón, con diferentes niveles de energía y, por lo tanto, diferentes colores.
Esmeraldas sin tallar. |
Durante años, igual que ocurría con la crocoita, el
cromo se utilizó básicamente para fabricar tintes, a partir de sus diferentes
óxidos. De momento, en estado puro, como ha pasado con otros metales, era
difícil y caro de obtener, con lo que no salía a cuenta. Pero eso fue cambiando
conforme se fueron mejorando los métodos de obtención del cromo. Hoy en día, se obtiene principalmente a partir de un mineral llamado cromita, que se
calienta en presencia de aluminio o silicio mediante un proceso de reducción
mediante electrólisis o a través de ioduro crómico. La mayor parte de la
cromita se extrae, por cierto, de Sudáfrica y de Kazajstán.
Así que una vez que el cromo se obtuvo en grandes
cantidades, la producción mundial aumentó muchísimo. ¿Has oído hablar del acero
inoxidable? Pues es probablemente el material más usado del mundo, junto con la
madera y el plástico, y el 85% de la producción mundial del cromo se utiliza
para fabricarlo. ¿Por qué? Porque nos dimos cuenta de que el cromo aguanta muy
bien la oxidación y la corrosión. Es por esa extraordinaria tendencia que tiene
el cromo a oxidarse por lo que captura todo el oxígeno que se acerca al acero y
crea una fina y densa capa de óxido que protege al resto, con lo que va de
maravilla. El cromo ya hace efecto en el acero para protegerlo a partir de un
5%. Normalmente se fabrica con un 10-12%. El acero de la cuchillería contiene
un 18% y el de los submarinos, por ejemplo, todavía más.
Lo bueno es que como la cromita ya
contiene hierro, no hace falta separar todo el cromo para fabricar el acero
inoxidable, si no que directamente se fabrica a partir de este mineral.
Cromita. |
El cromo, por sí solo, también es muy utilizado porque
a su importante propiedad ante la corrosión, se suma su brillo. Pocas cosas hay
que brillen más que un poco de cromo bien pulido así que se utiliza no solo
para proteger según qué piezas sino para darles un aspecto mucho más cool. El cromado de materiales se realiza mediante
electrodeposición (galvanoplastia) y fue descubierto en la década de los años
20. Después, en los años 30, estaba muy de moda en EEUU. Tanto, que se
convirtió en un símbolo de la sociedad de consumo. Según Emily Prost, era “la
respuesta a las oraciones de las amas de casa” y Harley Earl llevó a otro nivel
el look de los coches, pues fue el responsable de aquellos extravagantes
parachoques cromados.
Sin esos cromados no sería lo mismo... |
El cromo puro también se utiliza, por
ejemplo, en hornos (industriales) como material refractario. Es como lo que le
pasaba al aluminio, que ese brillo hace que refleje mucho el calor, haciendo
que la estructura del horno aguante mucha más temperatura.
Por supuesto, compuestos de cromo
también son utilizados en variadas actividades, por ejemplo, los sulfatos de
cromo (como hidroxisulfato de cromo Cr(OH)(SO4)) han sido muy usados en el
curtido de pieles durante el siglo XIX. Son fundamentales las reacciones entre
los complejos inorgánicos del cromo y el colágeno de la piel. El problema es
que después se tiraba al río y contaminaba mucho. No es el único peligro del
cromo.
El cromo es tóxico dependiendo del
estado de oxidación en que se encuentre. Por ejemplo, el cromo VI (el cromo que
ha perdido 6 electrones) es muy perjudicial para la salud. Es el cromo que se obtenía de la crocoíta
(cromato de plomo) y que se usaba para pintar los buzones y carteles de
diferentes sistemas postales del mundo o los school bus americanos. Y encima se le suma que contiene plomo (PbCrO4), que también es tóxico. No es peligroso ir en un autobús escolar porque, lógicamente,
no te vas a tragar el amarillo de su pintura (A parte de que hoy en día se
utilizan otros pigmentos sin plomo ni cromo 6) pero en la fabricación sí que
puede resultar muy peligroso. El polvo del óxido de cromo es un agente cancerígeno y los que trabajaban en las fábricas de
tintes tenían un alto grado de riesgo de enfermar por cáncer. Hoy en día, hay
menos riesgo, claro, pero por ejemplo, es posible respirarlo cuando alguien
está soldando acero inoxidable. Éste se calienta mucho y se sueltan virutillas
que podrían ser cancerígenas.
Si el amarillo de cromo es cancerígeno, el verde de
cromo (oxido de cromo III, Cr2O3) es lo contrario. De hecho, se sabe que existe
dentro de nosotros pero no parece que esté del todo claro para qué. Parece
participar en el funcionamiento de los lípidos, los hidratos de carbono y en la
insulina. La ausencia de cromo provoca, según algunos estudios, una intolerancia a la glucosa,
aunque todavía no está del todo claro.
Siguiente elemento: El manganeso.
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