Lavoisier |
Es el
elemento número 8. Ya sabes que eso significa que tiene 8 protones, 8
electrones y alrededor de 8 neutrones.
¿Y por qué
“generador de ácidos”? Bueno, en realidad, porque en esa época se creía que
todos los ácidos tenían que tener oxígeno (Hoy sabemos que no es así, por
ejemplo existe el ácido clorhídrico, HCl). El caso es que una de las mejores maneras
para entender las propiedades de un átomo es conociendo y entendiendo la distribución
electrónica del mismo y así, los 8 electrones de un átomo de oxígeno se distribuyen
en la corteza de manera que dos completan la primera capa y los 6 restantes se
quedarán en la segunda. Le faltan a esta capa exterior 2 electrones para llegar
a 8, y eso quiere decir que el oxígeno va a robar a todo el que se le acerque
esos dos electrones. Tanto es así que al proceso por el cual a un átomo le
quitan electrones se le llama oxidación. (Y el oxígeno es famoso por ello más
que otra cosa porque es muy abundante). El oxígeno, en realidad, ganará esos
dos electrones por lo que se dice que se reduce. Las reacciones de oxidación
siempre van acompañadas de una reducción con lo que se les suele llamar Redox. Los
metales sufren el proceso de oxidación lenta causada por el oxígeno del aire. El
óxido es una combinación del metal en cuestión con el oxígeno. Por ejemplo, el
óxido de hierro (generalmente Fe2O2) es el material rojizo que se forma cuando
se oxida este metal. (Hay, en realidad, 16 óxidos de hierro. Se conoce desde la
antigüedad y, de hecho, algunas pinturas rupestres estaban hechas con óxido de
hierro).
Para
nosotros, sin embargo, el proceso de oxidación es fundamental. Nosotros
respiramos oxígeno y lo utilizamos para oxidar otros elementos y crear energía
con ello. Los electrones son transportados, en un complejo proceso, de unas
enzimas a otras y, por el camino, generan energía. Las células utilizan el
oxígeno para descomponer ciertas moléculas (hidratos de carbono, por ejemplo)
y, al hacerlo, se genera energía.
¿Y por qué
hablo del “elemento que cambió el mundo”? El oxígeno
que respiramos, O2, hoy en día es muy abundante, pero hubo
un tiempo en el que no era así. Existían en la Tierra unas formas de vida
conocidas como anaeróbicas, porque no necesitaban el oxígeno para producir
energía. Pero hace unos 550 millones de años, cuando el oxígeno expulsado por
las algas microscópicas de los mares empezó a acumularse en la atmósfera,
algunos organismos evolucionaron para aprovecharlo. Tan bien les resultó que
éstos empezaron su particular conquista del mundo, extendiéndose por todo el
planeta en lo que se conoce como la Explosión Cámbrica. Millones de años después, la concentración de oxígeno en la atmósfera alcanzó un elevado 35%, lo cual provocó que los invertebrados, que respiran a través de la superficie de su cuerpo crecieran a lo bestia, habiendo libélulas de más de medio metro (Meganeura) o gusanos de más de dos metros (Arthropleura).
A parte de
respirarlo, el oxígeno lo necesitamos también es su forma de O3, más conocido
como Ozono. El Ozono es inestable, es decir, en seguida se rompe para formar
O2. Si tenemos una capa de Ozono sobre nosotros es porque ahí, en la
estratosfera, se está formando continuamente. Es muy importante porque el Ozono
absorbe la luz ultravioleta del Sol.
Respecto a
los usos del oxígeno, tiene bastantes aplicaciones. Has de saber que el
oxígeno, en realidad, es tóxico. Mucha concentración del mismo en tu sangre y lo
pasarás muy mal. Por esa razón, se utiliza, por ejemplo, para esterilizar. Se
hace en su forma de Ozono. También es muy común el uso del agua oxigenada o Peróxido de hidrógeno. El peróxido de hidrógeno H2O2 en realidad es bastante peligroso, por eso el agua oxigenada de uso doméstico tiene una concentración de menos de un 10% del mismo. Es un buen oxidante y atrae a los electrones de las membranas de las bacterias rompiéndolas. Sí que es verdad que ataca a todos, sean buenos o malos... pero bueno, normalmente te lo echas en un sitio donde "los malos" son mayoría...
Hoy en día
el oxígeno se utiliza en la fabricación de acero, plásticos y textiles. También
se utiliza como combustible de los cohetes, en su forma líquida. O para ciertas
soldaduras, como la de oxoacetileno (utiliza oxígeno y acetileno). Y asistencia a la respiración en
actividades subacuáticas, espaciales y en aeronaves.
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