Vamos a estudiar el elemento de
42 protones. Un metal bastante común en la Tierra y particularmente importante
en los seres vivos: El molibdeno.
Si me lo permites, voy poner una
tabla que me gusta mucho. Son los elementos químicos
ordenados en función de su abundancia (en la corteza continental) y su número
atómico. Resulta bastante curiosa y no descarto utilizarla en un futuro de
nuevo. El molibdeno, Mo, si te fijas, está más o menos en el centro de la
tabla.
Carl Wilhelm Scheele |
El molibdeno, que ya sabes situarlo más o menos según su abundancia, normalmente se encuentra mezclado con otros elementos. Eso hizo que no fuera un metal conocido desde la antigüedad. Los compuestos con molibdeno solían confundirse, hasta finales del siglo XVIII, con compuestos sobre todo de plomo. De hecho, por eso se llama molibdeno: Molybdos en griego significa “como el plomo”. Ese nombre se lo puso Carl Wilhelm Scheele, tras descubrir este nuevo elemento en 1778. Lo descubrió estudiando la muestra de un mineral al que ahora llamamos molibdenita (MoS2). Hizo reaccionar ese mineral con ácido nítrico y obtuvo un ácido de molibdeno. Años más tarde se redujo ese ácido con carbono para obtener molibdeno puro: Un metal blanco plateado, muy duro y que funde a una altísima temperatura (2623ºC). Por aquel entonces, no se le encontró ningún uso, y sirvió para poco más que hacer uno u otro experimento en el laboratorio. Pero llegó el siglo XIX y la revolución del acero. Y ya sabes, el molibdeno llegó para quedarse.
Hoy en día, la molibdenita se calienta para quitar el azufre y después se junta con hidrógeno para eliminar el oxígeno del óxido y obtener molibdeno puro, un duro metal que funde a 2600 grados. Es esta característica lo que hace que sea tan bueno juntarlo con el acero.
Un 2% de molibdeno en el acero (sobre todo en los aceros inoxidables) aumenta mucho su resistencia. Primero, debido a su elevada temperatura de fusión, soporta altas temperaturas, y además tiene la propiedad de cohesionar más a los átomos de hierro. Esto quedó muy claro durante la Primera Guerra Mundial, en la que las armas de ambos bandos sufrían los efectos de las altas temperaturas y acababan rompiéndose, sobre todo a medida que fueron aumentando la potencia de las mismas.
Los alemanes se dieron cuenta (Bueno, en realidad los franceses, la empresa Schneider Electric, ya había fabricado unas armaduras de acero con molibdeno en 1894) de que añadiendo un poco de molibdeno al acero se solucionaba en gran medida el problema (Ya en el siglo XIV un herrero japonés añadía a sus espadas samurái un poco de molibdeno. Eran las más codiciadas del mundo. Este hombre murió sin revelar su secreto, con lo que las espadas perfectas dejaron de fabricarse y no se supo su secreto hasta 500 años después). Con molibdeno, los cañones podían ser más pesados y aumentar, con ello, su capacidad de destrucción. El problema es que en Alemania no había de este metal, y la mayor mina del mundo se encontraba en una montaña de las Rocosas en Colorado, USA. Dicha mina había sido prácticamente abandonada, y la compró un banquero llamado Otis King, quien inventó un nuevo sistema de extracción del molibdeno (hasta entonces costaba más dinero extraerlo que lo que se obtenía después) con el que obtuvo 2600 kilogramos del mismo, doblando la producción mundial. Gracias a ese hecho, King fue mencionado en una revista científica americana y el artículo pasó desapercibido en todo el mundo menos en la sede de una empresa alemana llamada Metallgesellschaft, que además contaba con una sucursal en Nueva York. Dicha sucursal tenía el patriótico nombre de American Metal, por lo que no levantó sospechas... De todas formas, USA todavía no había entrado en la guerra, con lo que los alemanes pudieron enviar sin problemas a uno de los suyos a hacer negocios con el molibdeno. El metal fue enviado en grandes cantidades a Alemania (Y para conseguirlo no dudaron en extorsionar duramente a King y a sus mineros) y los alemanes pudieron fabricar armas más destructivas. Lógicamente, el chollo se les acabó cuando los americanos entraron en la guerra. King volvió a recuperar sus minas y acabó haciéndose rico, ya que convenció a Henri Ford para que utilizara molibdeno en sus automóviles.
Un 2% de molibdeno en el acero (sobre todo en los aceros inoxidables) aumenta mucho su resistencia. Primero, debido a su elevada temperatura de fusión, soporta altas temperaturas, y además tiene la propiedad de cohesionar más a los átomos de hierro. Esto quedó muy claro durante la Primera Guerra Mundial, en la que las armas de ambos bandos sufrían los efectos de las altas temperaturas y acababan rompiéndose, sobre todo a medida que fueron aumentando la potencia de las mismas.
Los alemanes se dieron cuenta (Bueno, en realidad los franceses, la empresa Schneider Electric, ya había fabricado unas armaduras de acero con molibdeno en 1894) de que añadiendo un poco de molibdeno al acero se solucionaba en gran medida el problema (Ya en el siglo XIV un herrero japonés añadía a sus espadas samurái un poco de molibdeno. Eran las más codiciadas del mundo. Este hombre murió sin revelar su secreto, con lo que las espadas perfectas dejaron de fabricarse y no se supo su secreto hasta 500 años después). Con molibdeno, los cañones podían ser más pesados y aumentar, con ello, su capacidad de destrucción. El problema es que en Alemania no había de este metal, y la mayor mina del mundo se encontraba en una montaña de las Rocosas en Colorado, USA. Dicha mina había sido prácticamente abandonada, y la compró un banquero llamado Otis King, quien inventó un nuevo sistema de extracción del molibdeno (hasta entonces costaba más dinero extraerlo que lo que se obtenía después) con el que obtuvo 2600 kilogramos del mismo, doblando la producción mundial. Gracias a ese hecho, King fue mencionado en una revista científica americana y el artículo pasó desapercibido en todo el mundo menos en la sede de una empresa alemana llamada Metallgesellschaft, que además contaba con una sucursal en Nueva York. Dicha sucursal tenía el patriótico nombre de American Metal, por lo que no levantó sospechas... De todas formas, USA todavía no había entrado en la guerra, con lo que los alemanes pudieron enviar sin problemas a uno de los suyos a hacer negocios con el molibdeno. El metal fue enviado en grandes cantidades a Alemania (Y para conseguirlo no dudaron en extorsionar duramente a King y a sus mineros) y los alemanes pudieron fabricar armas más destructivas. Lógicamente, el chollo se les acabó cuando los americanos entraron en la guerra. King volvió a recuperar sus minas y acabó haciéndose rico, ya que convenció a Henri Ford para que utilizara molibdeno en sus automóviles.
Hoy en día, existe un metal mucho
mejor: El wolframio, con lo que después de la Primera Guerra Mundial, el
molibdeno dejó de interesarle a los militares. Se sigue utilizando el molibdeno,
claro, por ejemplo para mejorar aceros que van a soportar ataques químicos o en
según qué piezas de coches o aviones.
A parte de eso, el molibdeno se
utiliza como catalizador en la industria petrolera. Se suele utilizar para
eliminar el azufre de la gasolina (lo cual es muy importante para la
durabilidad del motor y para el medioambiente) y en los procesos de oxidación
selectiva de propano, propileno o acroleína.
Uno de los mayores usos del
molibdeno, hoy en día, es en forma de Disulfuro de molibdeno (MoS2), que es un
lubricante muy bueno. Aguanta presiones extremas y suele utilizarse como aditivo
para aceites lubricantes en la industria.
Grasa de molibdeno. |
Otra aplicación es en
electrónica. Se han fabricado (en 2016) los transistores (base de la
electrónica digital) más pequeños del mundo con una capa del grosor de un átomo
de disulfuro de molibdeno, MoS2. (Ese grosor, imaginarás, es insuperable).
Y si alguna vez has comprado una
pintura naranja, es posible que llevara molibdeno. Al color suele llamársele
molibdato naranja, porque molibdato hace referencia al óxido de molibdeno. Un
ejemplo de molibdato es el sódico o el amónico, utilizados en fertilizantes. Si
se utiliza en fertilizantes, imaginarás, es porque lo necesitan las plantas.
Efectivamente, es un elemento
necesario para los seres vivos. Tiene sentido, ya que el molibdeno es muy
abundante en los océanos y los seres vivos evolucionaron en ellos. El molibdeno
está presente en muchos sistemas enzimáticos (hasta 50 procesos), incluyendo el
que procesa el alcohol en nuestro cuerpo (Se dice que los japoneses tienen
menor cantidad de molibdeno en su cuerpo y es ésta la razón por la que se
emborrachan antes). Las plantas y las bacterias lo utilizan para fijar el
nitrógeno, Encima nitrogenasa, sin la cual, la vida no hubiera sido posible.
El molibdeno se
obtiene de minerales como la Molibdenita (Que es el disulfuro de molibdeno), la
wulfenita (PbMoO4) o la powellita (De aspecto vítreo que contiene calcio),
aunque es muy común su extracción en minas de cobre, como subproducto de la
minería de este metal. El líder en extracción de molibdeno es USA.
Siguiente elemento, el 43, el tecnecio, un elemento que se obtiene, además, gracias al molibdeno.
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