110. Darmstatio

 

Hoy vamos a estudiar el elemento número 110, el único con 110 protones en el núcleo, aunque duren poco debido a la alta radiactividad del mismo. Hablo del darmstatio (Ds), darmstadtio o darmstadio, como lo he llegado a ver. Según la página de la RAE, la forma correcta es darmstatio, aunque lo he visto también escrito de las otras dos maneras. Quizás lo más lógico sería llamarlo darmstadtio, aunque la verdad es que esa “d” no queda del todo bien en español. Lo digo porque se llamó así en honor a su lugar de descubrimiento: Darmstadt, una ciudad alemana situada a unos 30 kilómetros al sur de Frankfurt.  

Emblema del Skyline de Darmstadt - arte vectorial de Darmstadt libre de derechos

El elemento número 110 se descubrió en pleno apogeo del Helmholtzzentrum für Schwerionenforschung, más conocido como GSI. El laboratorio de investigación de iones pesados Helmholtz había sido fundado en 1969 y dio importantes frutos en los 80, con el descubrimiento del Bohrio, el hasio y el meitnerio y más adelante, en 1994, el darmstatio y el roetgenio y finalmente, en el 2009, el último elemento en ser descubierto: El copernicio. Es decir, en este laboratorio han descubierto los elementos del 107 al 112.  

Hasta el año 2001, en el que la IUPAC decidió dar el nombre que habían propuesto los alemanes, el elemento era conocido como ununnilium (un-un-nil), que es por aquella época (desde 1979) la manera en que decidieron llamar a todos estos elementos pendientes de bautizarse. Una vez descubierto, se dice, los alemanes estuvieron debatiéndose entre si llamarlo wixhausium o darmstadtium, ya que Wixhausen es como un barrio que se encuentra al norte de Darmstad, donde está localizado el GSI. Como broma, también se dice que propusieron el nombre de policium, pues 110 es el número de la policía de allí.  

Antes de los del GSI, los rusos habían intentado crear el elemento 110 en 1986, sin éxito, juntando bismuto con cobalto, y lo hubieran llamado becquerelium. Por otra parte, los americanos, en 1995 y también sin éxito, intentaron la hazaña (Utilizando plomo y azufre). Lo hubieran llamado hahnium, en honor a Otto Hahn.  

El caso es que lo consiguieron en el GSI, concretamente Peter Armbruster, Gottfried Münzenberg y Sigurd Hofmann. Utilizaron su acelerador de partículas en noviembre de 1994 para bombardear plomo-208 con proyectiles de nickel-62. Tras una semana de intenso bombardeo y un millón de billones de átomos de nickel después, pudieron detectar un único átomo de darmstatio-269, que duró 260 milisegundos y que tras ese lapso se transformó en un átomo de hasio-265. Supongo que la detección del único átomo de darmstatio tiene lugar con la medición de la partícula alfa que emite más el resultado de dicha división. Unos días después crearon dos átomos más. (En realidad en esa fecha se contabilizaron 3 átomos más, pero los resultados de la obtención de uno de ellos fueron rechazados pues se probó que habían sido falseados por un tal Victor Ninov, del que hablaremos más adelante). Utilizando nickel-64 pudieron crear 9 átomos más, esta vez de Ds-271. 

Imagen
Sigurd Hofmann con su Darmstadtium

Hasta la fecha, se han descubierto 9 isótopos de darmstatio (uno de ellos por confirmar), muchos de ellos decaen emitiendo una partícula alfa y otros lo hacen por fisión espontánea. Se sigue investigando sobre estos elementos, así que seguramente la información se vaya quedando cada vez más desfasada. 

El elemento en si, como he dicho, y como pasa con estos elementos, es tan radiactivo y tan escaso que no se conocen sus propiedades. Se intuye que es un metal noble, sólido y brillante a temperatura ambiente, tipo platino, que está situado justo encima de él. Posiblemente, quién sabe, en el futuro encontremos isótopos con más neutrones en el núcleo y, por lo tanto, más estables y producctivos y podamos sacar algo de beneficio. Hasta entonces, solo podemos esperar.

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