Llegamos al elemento 109, último elemento de los que propiciaron las discusiones entre los laboratorios americano, ruso y alemán que he ido explicando últimamente. Toca estudiar, por lo tanto, el meitnerio, elemento llamado en honor a Lise Meitner, una importante científica de la que, por supuesto, aprenderemos algo hoy también.
Lise Meitner |
Antes de nada, recomiendo que te leas los elementos anteriores antes de continuar (Entre el elemento 101 y el 108), pues no quiero repetirme con los detalles sobre las discusiones que he mencionado para nombrar éstos elementos.
Respecto al meitnerio (Mt), fue creado por primera vez en Alemania (En el Instituto de Investigación Nuclear Alemán o GSI) en 1982. Lo crearon un grupo de alemanes liderados por Peter Armbruster y Gottfried Münzenberg. Como posiblemente sepas, años después se crearía el Transferium Working Group, que investigaría quién había descubierto cada elemento transfermio (desde el 101 hasta el 109) y les asignaría un nombre a cada uno.
Para este caso en concreto, estaba claro que habían sido los alemanes los que habían creado el elemento 109 por primera vez. Lo habían hecho disparando átomos de hierro58 contra átomos de bismuto209. Crearon con ello un solo átomo del elemento 109, al que temporalmente se le puso el nombre de unnilennium, pero que los alemanes quisieron bautizar como meitnerium. Estos fueron sus motivos:
Element 109 should be named ”Meitnerium” (Mt). Lise Meitner is one of the outstanding women in nuclear science to whom we feel especially obliged. She was one of Germany’s most eminent physicists and was forced to emigrate in 1938, shortly before the discovery of fission by Hahn and Strassmann, the work of whom she initiated. In contrast to the common use in naming the elements up to element 105, whose names were published at or shortly after their discovery, we made these names public about ten years after the discovery of ”Meitnerium” and the examination of our work by the international commission of experts, in a ceremony at GSI Darmstadt on September 7, 1992.
Es lo justo, como digo, porque Lise nunca obtuvo un premio Nobel, y Otto sí.
En Ginebra, en 1997, los nombres finales elegidos por la IUPAC fueron confirmados y oficialmente adoptados por todos los países. Y meitnerio fue uno de ellos, claro.
También se puede crear con plomo y cobalto.
Como elemento, poco que decir. El meitnerio es extremadamente radiactivo con lo que decae muy rápidamente, dando muy poco tiempo a estudiar sus propiedades (Por no hablar de que se han creado unos pocos átomos en toda la historia). Sus tiempos de vida media van desde el milisegundo hasta los 4´5 segundos del isótopo Mt-278. No obstante, se cree que puede haber un isótopo más grande, el Mt-282 cuya vida media podría estar en torno a los 67 segundos.
Se intuye, por estar situado debajo de ellos, que comparte características con el cobalto, el rodio y el iridio. Pero esto, de momento, y que yo sepa, no ha sido confirmado.
Y respecto a Lise Meitner, ya hablé de ella en las entradas del protactinio y en la del uranio. En la del protactinio porque fue precisamente su descubridora, junto con Otto Hahn, y en la del uranio porque fue la descubridora de la fisión del mismo.
Lise Meitner era brillante. Debía serlo, porque siendo mujer y de ascendencia judía en esa época, su cabeza y su tesón debían ser extraordinarios. Nació en Viena (Eso es Austria, no Alemania, por cierto... que luego los alemanes van diciendo que Lise era alemana. Como Mozart. Y no) en 1878 y comenzó los estudios universitarios, no sin dificultad, en 1901. Quedó fascinada por la física gracias a las clases de Ludwig Boltzmann, pionero de la mecánica estadística. En 1906, siendo ya una doctora destacable, se mudó a Berlín para estudiar aquello de la radiactividad. Asistió a las clases de Max Planck, fundador de la física cuántica, del que dijo ser el mejor profesor que había escuchado nunca. Allí empezó a trabajar en el laboratorio con Otto Hahn. Bueno, en el laboratorio no podía entrar por ser mujer así que tenía que quedarse en un sótano. Además, no tenía derecho a ninguna compensación económica y los gastos, por lo tanto, tuvo que sufragarlos su padre.
Lise y Otto fueron una pareja muy productiva y publicaron bastantes e importantes artículos. A pesar de ello, no consiguió que le pagaran por su trabajo hasta 1913. En 1918, ya pasada la guerra, descubriría, junto con Hahn, el protactinio. En 1919 se convertiría en la primera mujer en obtener una plaza de profesora de universidad en Alemania. Durante los siguientes años se dedicó a la energía nuclear, detectando, por ejemplo, y por primera vez, un positrón. En cuanto los nazis se hicieron con el poder en Alemania, a Lise le quitaron primero la plaza de profesora en la Universidad y después el pasaporte, con lo que tuvo que huir con lo puesto de Alemania. Acabó encontrando un trabajo mal remunerado en una Universidad de Suecia. Pero eso no le impidió seguir en contacto con Otto Hahn y su nuevo ayudante, Fritz Strassmann. Se veían de vez en cuando en Copenhague. Realizaron un experimento que Lise, junto con su sobrino, Otto Frisch, supo explicar introduciendo el concepto de fisión nuclear y relacionándolo con la ecuación E=mc2. Hahn había bombardeado uranio con neutrones y creía que así crearía un nuevo elemento transuránico (como ya creyó haber encontrado en su día Enrico Fermi), pero en la muestra encontró bario y kriptón, y ese resultado no le cuadraba. Lise sí entendió lo que estaba pasando: El uranio se había dividido en dos elementos más pequeños. En 1942 la llamaron para trabajar en el Proyecto Manhattan pero, y fue la única persona que lo hizo, declinó la invitación. En 1944 le dieron el Nobel de química a Otto Hahn, premio que en condiciones normales debería haber compartido con Lise Meitner. De todas formas, creo que tener un elemento con tu nombre es mayor orgullo que el premio Nobel, ¿no crees?
Hahn y Meitner en su laboratorio en 1909. |
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