68. Erbio

 El erbio es otro elemento del grupo de los lantánidos. Nos quedan solo el tulio, el iterbio y el lutecio. El erbio es el elemento número 68 que estudiamos en este blog. Esto quiere decir que tiene, como sabes, 68 protones y 68 electrones, éstos últimos distribuidos por su corteza de una manera algo especial, con un orbital f que hace de los lantánidos, unos elementos especiales. El número de neutrones del erbio suele variar (los átomos con diferente número de neutrones son llamados isótopos). Así, el erbio tiene 6 isótopos naturales, de los cuales, el que tiene 98 neutrones, es el más abundante, con un 33´5% del porcentaje total.  

La historia del erbio está ligada indiscutiblemente a la historia de Escandinavia, pues su nombre, al igual que el de 6 elementos más de la tabla (Itrio, terbio, iterbio, holmio, tulio y gadolinio), está ligada a esta región. Su historia comienza en el siglo XVIII, cuando se descubrió en Europa la fórmula para fabricar la valiosa porcelana (Ya conté algo al hablar del itrio). La porcelana se fabricaba con, entre otras cosas, feldespato, un tipo de mineral muy común que consta de, por lo menos, silicio, aluminio y oxígeno. La mina de la isla de Ytterby, cerca de Estocolmo, fue uno de esos lugares donde se encontró este ingrediente. Pero cuando se procesaba el material de Ytterby, se producían unos pigmentos de diferentes colores que asombraban a todo el mundo. Tuvieron la suerte de contar con un gran químico, Johan Gadolin, a quien enviaron diferentes muestras de rocas provenientes de Ytterby. Gadolin no contaba ni con los instrumentos adecuados ni con los conocimientos necesarios, pero a pesar de ello realizó un enorme trabajo en la separación e identificación de los materiales que componían aquellas rocas. Después de él, otros científicos más preparados revisaron su trabajo y empezaron a descubrir aquellos elementos. Johan nombró a uno de ellos Yttria, en honor a la famosa mina, y los otros científicos siguieron su ejemplo llamando al resto de elementos itrio, iterbio, terbio y erbio. Y como se acabaron las combinaciones que sonaran bien los siguientes fueron holmio (De Estocolmo), tulio (De Escandinavia) y gadolinio (De Gadolin). Concretamente el erbio (óxido de erbio ErO3, o erbia) fue descubierto por Mosander, en 1843, cuando Gadolin tenía 83 años (murió a los 92). Mosander descubrió también el lantano y el terbio. (Échale un vistazo a esas entradas). 

El erbio utilizado en el mundo ya no viene de Ytterby. La mayoría viene de, adivina dónde: China. Pero es algo común en los lantánidos. Algo que preocupa a otras grandes potencias y que hace que los precios de éstos elementos tengan importantes oscilaciones. 

Los lantánidos tienen muchas cosas en común. Si te has leído las entradas sobre los anteriores lantánidos de la Tabla Periódica, algunas de sus propiedades te las podrás imaginar. El erbio es un metal bastante blando, bastante reactivo (reacciona con el agua y el oxígeno) y con unas particulares propiedades relacionadas con el magnetismo y la óptica (muchos de los lantánidos son fluorescentes (al menos algunos de sus compuestos o estados) y se utilizan en pantallas o láseres, y el erbio no es menos, como ahora veremos). 

Algunos de los compuestos del erbio son rosas, como el tricloruro de erbio, ErCl3. Esta propiedad hace que se utilice para fabricar algunos cristales o piedras preciosas sintéticas (baratijas). Pero aparte de ser usado como colorante, tiene importantes aplicaciones en el campo de la óptica: Su aplicación más importante, de hecho, es la de Amplificador de la luz. 

El cable de fibra óptica transporta la información de internet en forma de pulsos de luz (los cables de cobre no pueden transportar tanta información) y dichos pulsos pierden potencia, como no podía ser de otra manera, con la distancia (la luz que transporta se va haciendo más y más débil), así que hay que amplificarla. Los amplificadores cotidianos, muchos de ellos, llevan erbio. Se les llama EDFA (Erbium Doped Fiber Amplifier). Es más, la información de los cables de internet que van por el fondo del mar, tiene que ser amplificada cada 50 km. La cosa es que la luz excita los electrones del erbio y la frecuencia de la luz de internet es justo la adecuada para el erbio, con lo cual, es que sin este elemento, seguramente internet no sería lo que es ahora.  

Como curiosidad, decir que en aguas poco profundas han tenido problemas porque los tiburones se veían atraídos por los cables de fibra óptica. He leído artículos diciendo que era porque se veían atraídos por la luz que emiten los amplificadores, cosa que no puede ser verdad. La teoría más razonable es que como los cables de fibra llevan consigo cables de alta tensión, éstos producen unos campos magnéticos que los tiburones detectan perfectamente. El problema es que hacen pequeños agujeros y el agua sí estropea los amplificadores. Un tiburón no puede partir un cable de esos, por muy tiburón que sea.

Además de esto, y como pasa con los lantánidos en general, son elementos que pueden dar mucho que hablar en el futuro. En el caso del erbio, se está investigando mucho con los ordenadores cuánticos, fabricados con fibra de erbio, y que pueden revolucionar la informática. 

Y por último, simplemente mencionar su aplicación médica. El erbio es usado en los láseres que utilizan los cirujanos plásticos para el tratamiento de la piel (por ejemplo, quitar pecas o manchas). También he leído que es utilizado por dentistas para cirugías en la dentadura y, dicen, encima no hay que usar anestesia.

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