63. Europio

Comenzamos con el elemento más europeo de todos: El europio. Con él, seguimos ampliando conocimientos sobre los lantánidos: Ya hemos visto el lantano, el cerio, el praseodimio, el neodimio, el prometio y el samario. Todos ellos son, además, tierras raras. No por ser tierras, ni por ser raras, si no por ser unos elementos con unas características especiales y muy parecidos entre si, con lo que costó mucho identificarlos y aislarlos. Comenzemos pues con el elemento número 63 de la lista. 63 protones, 63 electrones y 88 ó 90 neutrones. (existen isótopos con 87 u 89 neutrones (hay 34 isótopos radiactivos, en realidad) pero son de laboratorio). 

Se le atribuye el descubrimiento del europio a Eugène-Anatole Demarçay, un parisino que trabajó en diferentes campos de la química pero que destacó sobre todo con la espectroscopia. No terminó sus estudios porque en 1872 se fue de viaje por La India y el norte de África (en esa época debía ser impresionante viajar por esos lares. Tenía, por cierto, 20 años). Tampoco trabajó en ninguna Universidad, si no que lo hizo todo en un laboratorio privado.  

Eugène Demarçay

El caso es que en 1901 aisló el europio que había en unas muestras de samario, en las que unos años antes Sir William Crookes (más conocido por su tubo de rayos catódicos o por ser el descubridor del talio) y poco más tarde Paul Lecoq de Boisbaudran (descubridor del galio, el samario y el disprosio) habían intuido que algo “extraño” había allí. El francés, Eugène, lo identificó gracias a su enorme talento con la espectroscopia y desarrolló un sistema basado en la cristalización de sales de nitrato de magnesio para aislarlo.  

Respecto a sus características, el europio, se dice, pertenece más a la serie calcio-estroncio-bario y puede sustituir en ciertos minerales a éstos otros elementos.  

Respecto a sus propiedades, se distingue principalmente por dos cosas: Su reactividad (volatibilidad/toxicidad) y sus características fluorescentes.  

Respecto a la primera característica, mencionar que es el lantánido más reactivo de todos. Reacciona (en su estado metálico) con el agua y el aire y además es tóxico. Podría causarte una embolia pulmonar o problemas en el hígado, a largo plazo, si lo inhalaras, si bien es cierto que ciertas plantas contienen una pequeña cantidad de europio y que por lo tanto tan tóxico no debe de ser… pero si algo es muy reactivo, mejor, lejos. O bien controladito, al menos. 

Por otro lado, sus propiedades fluorescentes hacen de él un elemento importante a la hora de fabricar pantallas, lámparas o cristales. Incluso láseres, como algún otro miembro de la familia de los lantánidos.  

Su uso más conocido es que está en todos los billetes de la zona Euro. Sí, esas pequeñas rayitas que se ven cuando la cajera pone el billete en el aparatillo de luz ultravioleta. Pues aunque en realidad debería ser un secreto, y de hecho, creo que no se sabe exactamente de qué están hechas esas rayitas (es un delito intentar averiguarlo), se sabe que es un tinte al que se le añade europio. Es algo complicado entender la razón por la que es gracias al tinte por lo que el europio brilla, pero es una característica de los lantánidos, y es que no absorbe muy bien la luz. Le hace falta una molécula que absorba la luz que él no puede (luz de alta energía) y le traspase esa energía a nuestro elemento número 63, que la emite en una frecuencia visible.  

Menos conocido es su utilización en medicina, como biomarcadores, o en diferentes aplicaciones de las que se necesiten materiales muy foto-sensibles. Incluso se investiga para mejorar la industria de la agricultura, haciendo invernaderos con plásticos dopados con europio que transforman la radiación UV del Sol en luz visible.  

Respecto a las pantallas, si se utiliza el europio de valencia 3 (3 electrones en la Capa de Valencia que son compartidos por todos los átomos de la muestra), hace que brille más el rojo (lo que mejoró mucho la imagen). La versión de valencia 2 da el azul. Si utilizas terbio, tienes el verde, con lo que las pantallas que utilizan 3 colores con esto bastaría, en principio. De la misma manera, en las bombillas de bajo consumo de hoy en día, el tono cálido (más tirando a rojo) se puede añadir con europio. 

Se encuentra en minerales como la Monacita y la Bastanita, como muchos de sus hermanos lantánidos. Los mayores productores son China, Rusia, Malasia y USA. Casi los de siempre, vamos.  

 

Europio puro.