60. Neodimio


El neodimio es el elemento número 60 de la Tabla Periódica. Es un metal perteneciente al exclusivo grupo de los lantánidos, a quienes da nombre el lantano y de los cuales ya hemos visto el lantano, el cerio y el praseodimio, su hermano gemelo. En realidad, todos son hermanos, porque son muy parecidos entre sí y comparten muchas características… Pero el neodimio y el praseodimio concretamente lo son todavía más, de hecho, durante un tiempo incluso se creyó que ambos eran uno elemento único: el didimio.

Fue en 1885 cuando un científico de Viena llamado Carl Auer (que sería nombrado varón von Welsbach por el Kaíser) separó el praseodimio y el neodimio con lo que el didimio dejó de verse como un elemento único. Carl Auer fue un gran científico y un excelente empresario que, además, dicen, tenía buen corazón. Esto hizo que fuera muy querido en su tierra. Puedes aprender alguna cosa más sobre él en la entrada del praseodimio.

El neodimio es un metal brillante que se oxida fácilmente. Forma sales de colores violetas y grises, lo cual significa, como pasa con otros de sus hermanos, que puede utilizarse como colorante. 

Nitrato de neodimio (NdCl3) visto bajo luz natural (arriba) y bajo luz fluorescente (abajo).
Nitrato de Nd (NdCl3). Luz natural (arriba) y luz fluorescente (abajo).

Una de las cosas que podemos “colorear” con neodimio son los rubíes sintéticos (que se fabrican además de con itrio, tulio y holmio). Dichos rubíes se utilizan para fabricar algunos de los láseres más potentes del mundo. Los átomos brillan gracias a sus electrones, que sueltan energía visible cuando caen de un nivel a otro. En dos isótopos idénticos, los electrones saltan de un mismo nivel a otro, por lo que la luz es la misma (el color es el mismo). Lo que hace un láser, dicho mal y pronto, es sincronizar a todos los electrones de, por ejemplo, un cristal de itrio y neodimio, por lo que la luz generada es muy potente. Además, concentra toda esa luz en un mismo punto. Y los que mejor hacen eso tienen neodimio en su interior.

Junto con sus hermanos, también se usa para fabricar Mischmetal, que es el material con el que se hacen las piedras de los mecheros. Estas piedras son básicamente lantano y cerio pero también llevan praseodimio y neodimio, además de óxido de hierro y de magnesio.

Pero si el neodimio es famoso por algo es por los imanes extra fuertes. Su poder de imantación es brutal (hasta peligroso). Puedes comprarlos en cualquier sitio por internet y sus aplicaciones son múltiples. Muchos aparatos electrónicos (como los altavoces o los discos duros) tienen pequeños imanes. Pero donde más se usan los imanes de neodimio es en los motores eléctricos, para la industria en general y, más recientemente, para los coches eléctricos (con la polémica que esto trae, debido a los costes, a los chinos o a la contaminación ambiental).
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Imanes de neodimio.


El iman de neodimio de la fotografía tiene ese aspecto porque está protegido por una capa normalmente de níquel. Lo de dentro es una especie de granulado que se va deshaciendo si se rompe la capa protectora.

En la entrada del rubidio hablé sobre un nuevo estado de la materia: condensado de Bose-Einstein. Los átomos se enfrían frenándolos con un láser y luego todavía se les baja la temperatura más con un imán (eliminando los átomos más calientes). Adivina de qué material están hechos esos imanes. (Es un ejemplo para que veas la cantidad de aplicaciones que pueden llegar a tener).

Por cierto, que los imanes suelen llamarse NdFeB, porque normalmente son un compuesto de neodimio, hierro y boro (Nd2Fe14B).

Una aplicación curiosa del neodimio es como fertilizante. No es muy usado, pero en China, por ejemplo, sí que se utiliza. Eso es debido a que uno de los iones del neodimio (Nd3) se parece bastante al del calcio (Ca2), con lo que se considera que ayuda al crecimiento vegetal. Creo que no debe ser demasiado bueno, porque estos metales contaminan, y es mejor no acumularlos en el cuerpo, pues pueden traer problemas (El neodimio concretamente, dicen, puede afectar bastante al hígado). De ahí lo que he dicho antes de la polémica de los coches eléctricos. A final, éstos coches ecológicos no lo son tanto, pues los materiales de las baterías y los motores contaminan (por no hablar de que pocos países tienen una generación eléctrica basada principalmente en energías que emitan pocos gases). Debemos seguir investigando y mejorándolos cada día, está claro. Toyota, y estoy seguro que le han seguido el resto de marcas, ha reducido en gran medida la cantidad de neodimio que utilizan sus coches, sustituyéndolo por lantano y cerio, que son más baratos y menos contaminantes.

El neodimio, además de peligroso si lo inhalas o para el medio ambiente, puede ser peligroso cuando está en forma de polvo, pues puede explotar o arder con cierta facilidad. Hay que tener cuidado con este curioso metal, desde luego. 

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