75. Renio

 

El renio es el elemento número 75. Es un metal poco conocido y, de hecho, la humanidad (al menos la parte científica) no lo conoció en absoluto hasta 1925, pese a haber sido predicha su existencia por el mítico Dmitri Mendeleiev en 1869. Pero antes de seguir con la historia de su descubrimiento, simplemente decir que como elemento número 75 que es, el renio tiene 75 protones en su núcleo, que van acompañados por 110 neutrones (Re185) en el 37´4% de los casos y 112 neutrones (Re187) en el resto. En el primer caso el átomo es estable pero no así en el segundo, con lo que podemos hablar de que el renio es un elemento radiactivo (porque lo es en el 62´6% de los casos). La vida media de los isótopos Re187 es de 43.500.000.000 años. Los átomos de renio 187 se transforman en tántalo y osmio, con lo que, midiendo la relación entre unos elementos y otros en una muestra, se puede predecir la antigüedad de la misma. Otros dos isótopos radiactivos, pero más de laboratorio, el Re186 y el Re188, se utilizan en medicina (el 187 también), para detección o radioterapia. 

El caso es que el renio, así como el tecnecio, como digo, fueron “colocados” en la Tabla Periódica antes si quiera de ser descubiertos. Al tecnecio, como ya expliqué en su día, Mendeleiev lo llamó Eka-manganeso y muchos científicos se pusieron a buscarlo como locos. En 1909, un químico japonés llamado Masataka Ogawa creyó haber encontrado el elemento 43, y hasta le puso nombre: Niponio, en honor a su país. Nadie fue capaz de confirmar su hallazgo y se dejó de hablar de ese nuevo elemento. La familia Ogawa guardó los resultados del espectro de rayos X durante todo el siglo y no fue hasta el año 2004 cuando se volvieron a analizar… comprobando con sorpresa que el japonés se había topado, no con el elemento 43, si no con el de debajo, el 75. Pero claro, el renio ya había sido oficialmente descubierto y nombrado. 

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Masataka Ogawa. 

Fue 5 años antes de morir Masataka: 3 alemanes (Walter Noddack, Ida Tacke y Otto Berg) informaron que habían descubierto el renio en unas muestras de diferentes minerales. 3 años después, en 1928, conseguirían extraer 1 importante gramo de renio a partir de 660 kilogramos de molibdenita (mineral de donde se extrae el molibdeno y el wolframio). Walter e Ida eran dos muy buenos químicos (Ida fue nominada hasta 3 veces al premio Nobel) y, cosas de la vida, acabaron casándose. Otto Berg era el especialista en rayos X. Formaban un muy buen equipo. Además del renio, también creyeron haber encontrado el elemento número 43 (Bueno, esto ya lo conté en la entrada del tecnecio) Walter llegó a presentarse ante Emilio Segré, vestido con el uniforme nazi (Segré era judío, y Walter un nacionalista) para reclamarle dicho descubrimiento. En fin, eran otros tiempos. 

Al elemento que sí descubrieron los alemanes le pusieron el nombre de Rhenus, en honor al Rin, el gran río que cruza de sur a norte todo el Imperio Alemán.  

Io9: The first mind to split the atom could have changed world history
Walter e Ida.

El renio resultó ser un metal plateado, resistente a la abrasión y que no se corroe fácilmente. Tiene el punto de ebullición más alto de todos los elementos: 5596ºC. Además, tiene una muy buena resistencia y ductilidad a altas temperaturas. De hecho, uno de sus compuestos, el bromuro de renio (ReBr7), es una de las sustancias más duras conocidas y lo bueno es que además no necesita producirse a alta presión, lo cual es una gran ventaja.  

Una curiosidad del renio es que tiene más estados de oxidación que ningún otro elemento. Desde -1 hasta +7, siendo éste el más común. Eso quiere decir que tiene una química muy versátil, formando un gran número de compuestos, como por ejemplo el primer enlace cuádruple metal-metal en ser descubierto, el (Re2Cl8)2-. Lo hizo Albert Cotton, uno de tantos grandes científicos que han dado las prestigiosas universidades americanas, en 1964.  

El renio es muy utilizado en joyería y como catalizador en la industria petrolera (junto con el platino, se pueden fabricar gasolinas de mayor octanaje, así como fabricar otros hidrocarburos como el benceno).  

Debido a su resistencia a altas temperaturas y a la corrosión, forma aleaciones (con hierro, cobalto, molibdeno, wolframio) que son muy utilizadas, por ejemplo, en los álabes de las turbinas de algunos motores de los aviones o en contactos eléctricos, termopares, resistencias de calentamiento, etc.  

El renio, debido a sus características, aplicaciones y escasez, es un elemento muy codiciado (y caro, por supuesto). La demanda mundial crece cada año y dicen que ha superado a la producción (Los mayores productores son Chile y Kazajistán). Se ha buscado renio “everywhere”, hasta el punto de que en 1992 saltó la noticia de que se había encontrado sulfuro de renio en un volcán ruso (El Kudriavi). Era la primera vez que se encontraba renio combinado con un solo no-metal. Al nuevo mineral se le llamó Reenita (ReS2). Debido a las altas temperaturas y a la imposibilidad de extraer el renio de la caldera del volcán, se supone que iban a utilizar una especie de aspiradores en las fisuras donde sale el gas de debajo de la tierra con alto contenido de este sulfuro de renio. El volcán, por cierto, está en un archipiélago que parece ser que está disputado con Japón… no hay muchas noticias al respecto, pero desde luego, no hay metal o elemento caro o escaso sin polémica… Si alguien va por allí, que informe. 

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