52. Teluro


El teluro o telurio es el penúltimo elemento de los conocidos como metaloides (Ese exclusivo grupo que comparte propiedades tanto de los metales como de los no metales). El teluro es el elemento número 52 de la Tabla Periódica, lo cual quiere decir que su núcleo tiene 52 protones. Además, contiene entre 85 y 56 neutrones. Como ves, hay muchos isótopos del teluro y algunos (3) de ellos radiactivos. Destaca el Te128, con un periodo de semidesintegración del orden de 10E24 años. Esto significa que dado un conjunto de átomos de teluro, la mitad de ellos se habrán desintegrado (habrán soltado radiación, estabilizándose) después de algo más de 1.000.000.000.000.000.000.000.000 años. Espera sentado.

Tellurium metal
Teluro puro. 
Es un elemento muy escaso que se encuentra muchas veces junto al oro. Fue descubierto, de hecho, en una mina de oro de Transilvania, en la actual Rumanía, por un geólogo y químico austricao: Franz-Joseph Müller Von Reichenstein. Corría el año 1782 y durante años, lo llamaron metallum problematum o aurum paradoxum (oro paradójico). Eso es debido a que, por un lado, y como buen metaloide, presentaba propiedades metálicas pero también no metálicas y, por otro lado, al mezclarse con el oro hace que éste preciado metal sea, en ocasiones, más difícil de encontrar (Ahora te cuento). El teluro no se aisló hasta 1798, y lo hizo, en este caso, un gran químico alemán: Martin Heinrich Klaproth, quien le dio el nombre latino Tellus (La Tierra).

Franz Joseph Muller von Reichenstein
Sello austriaco de 1992 con el retrato de Franz-Joseph Müller.

El teluro es el único elemento que forma enlaces con el oro, formando, entre otros, un mineral llamado Cadaverita (aurum paradoxum) (Otros minerales son Petzita, Krennerita o silvarita). El caso es que el oro siempre se encuentra en solitario, y la Cadaverita, aunque tiene oro, puede confundirse con un mineral cualquiera. Que se lo digan a los que acudieron en masa a buscar oro a Kalgoorlie (Sudeste australiano) a finales del siglo XIX. Prácticamente demolieron el pueblo entero, cuando se enteraron de que lo habían construido utilizando unas piedras que tenían una buena cantidad del codiciado elemento. La mina de oro de Kalgoorlie fue descubierta por casualidad, cuando tres irlandeses que estaban cruzando el interior de Australia encontraron una zona llena de pepitas de oro. Se corrió la voz y en esa zona poco tardó en levantarse un pueblo entero, con casas construidas con piedra local (Lo que sobraba de las excavaciones), que no dudaron en demoler cuando se enteraron de que en esas piedras había algo de oro. Kalgoorlie se convirtió en uno de los mayores productores de oro del mundo. Si buscas este pueblo en el Google Maps, puedes observar el enorme agujero de la mina que todavía sigue explotándose.

La ciudad de Kalgoorlie Boulder, en la llamada "Milla de Oro", en el año 1910
Los inicios de Kalgoorlie. 

Una vez aislado, el teluro resulta ser un 15% menos denso que el hierro y algo más duro que el azufre (cuyas propiedades químicas son muy similares). El teluro se pulveriza fácilmente y es muy frágil. Y tiene una curiosa característica: Forma moléculas orgánicas cuyo olor es muy fuerte. Como a ajo. Mánchate con una gotita de esas moléculas y olerás a ajo durante días. Una de esas moléculas es el dimetil de teluro, que nos sirve para explicar porqué hay tan poca cantidad de este elemento en nuestro preciado planeta. La teoría es que este hidruro, que es volátil, se perdiera en el espacio durante la formación de la Tierra. Hacía mucho calor. Y voló. Por cierto, que el mayor depósito de telurio del mundo (Descubierto en el 2017) se encuentra en aguas de las Islas Canarias, en unos montes submarinos conocidos como “Las abuelas de las canarias” y que Marruecos se quiere agenciar (Si bien es cierto que en cualquier caso serían del Sahara Occidental, pero eso ya es otra historia).

El caso es que si el aliento te huele a ajo, puede ser debido a dos razones. Porque te has pasado de ajo en el pan con tumaca o porque te has envenenado con teluro. Porque sí, efectivamente, el teluro es tóxico y el envenenamiento por dimetil de teluro provoca aliento de ajo además de daños en el hígado y en el sistema nervioso (Lo del aliento es casi lo de menos).

¿Y para que se usa este semimetal hoy en día? Pues su principal uso ya lo hemos visto en la entrada del cadmio. Hay un compuesto, el telururo de cadmio que se utiliza para fabricar células fotovoltaicas. Son ahora la novedad ya que se pueden crear unas placas más finas y baratas que las tradicionales de silicio. Ya dije en su día el problema que tienen y no me voy a repetir. 

También se usa como aditivo para mejorar aceros inoxidables o cobre, confiriéndoles mayor resistencia a la corrosión y una mayor dureza.

Existen otros compuestos, como el telururo de bismuto o el telururo de plomo, usados para la fabricación de ciertos dispositivos termoeléctricos. O el suboxido de teluro, que se usaba en su día para recubrir los DVD y discos Blue-ray, que ya suenan a cosa del pasado. Otros compuestos se utilizan en la industria/laboratorios de química orgánica como catalizadores o diferentes procesos químicos.

Todo un abanico de un material tan escaso como deseado, hoy en día.

Preciosa muestra de Calaverita.

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